Me gustan mucho las quiches, me gusta hacerlas de vez en
cuando para cenar, aunque no hay que abusar de ellas que son muy contundentes y
luego la operación bikini se nos va al traste.
Hasta ahora siempre había comprado las masas quebradas o
brisa refrigeradas o congeladas, pero no terminaba de convencerme el resultado,
esta vez me he lanzado yo a hacer la masa y nos ha encantado.
La receta de la masa quebrada os la dejé ayer y podéis
leerla AQUI, en esta receta vamos a empezar estirando la masa previamente
preparada.
Sin más preámbulos vamos con la receta.
Ingredientes
450 g pasta quebrada casera
6 Espárragos verdes
2 champiñones grandes
6 tomates cherry
120 g bacon
2 huevos
100 ml nata líquida para cocinar
Sal
Pimienta negra molida
Nuez moscada
2 c/s aceite oliva
Mantequilla y harina para encamisar el molde
Meterse en faena
Como yo tuve la pasta quebrada 24 horas en el frigorífico la
saqué 30 minutos antes de usarla.
Encamisamos el molde desmontable, esto para quien no lo sepa
es untarlo de mantequilla, tanto el fondo como los laterales, y espolvoreamos después
con un poco de harina, damos ligeros golpecitos para esparcir la harina por
todo el interior y poniendo el molde del revés sacudimos para eliminar el
exceso de harina. Como ahora empieza a hacer calor os sugiero hacer el
encamisado del molde antes de estirar la masa con el rodillo porque si no la masa se nos pondrá muy blanda y nos costará mas trabajarla.
Una vez tengamos el molde encamisado, sacamos la masa del
papel film y poniendo un poco de harina sobre la superficie de trabajo para
evitar que se pegue estiramos con el rodillo, le dejamos un grosor de unos 5
mm, cortamos con un cuchillo muy afilado una porción superior al diámetro de
nuestro molde y recogemos la masa
enrollándola en el rodillo y la ponemos sobre el molde.
Colocamos con cuidado la masa en el molde, si parte de las paredes estuvieran sin masa vamos cogiendo pequeñas porciones que nos habrán sobrado y vamos forrando todo el molde como si estuviéramos moldeando plastilina. Con algún resto de masa sobrante presionamos las paredes para que la masa se quede bien adherida. Pinchamos el fondo y las paredes con un tenedor para que no se formen burbujas de aire. Metemos en el frigorífico mínimo 20 minutos para que la masa coja nuevamente cuerpo y no se nos desmorone en el horno. Pasado ese tiempo sacamos de la nevera y vamos a hornearla.
Colocamos con cuidado la masa en el molde, si parte de las paredes estuvieran sin masa vamos cogiendo pequeñas porciones que nos habrán sobrado y vamos forrando todo el molde como si estuviéramos moldeando plastilina. Con algún resto de masa sobrante presionamos las paredes para que la masa se quede bien adherida. Pinchamos el fondo y las paredes con un tenedor para que no se formen burbujas de aire. Metemos en el frigorífico mínimo 20 minutos para que la masa coja nuevamente cuerpo y no se nos desmorone en el horno. Pasado ese tiempo sacamos de la nevera y vamos a hornearla.
Esta masa requiere horneado en ciego, que es poniendo un papel de horno
sobre la masa y echar encima un peso, yo usé garbanzos y alubias. Horno
precalentado a 180ºC horneamos durante 20 minutos. Pasado ese tiempo quitamos
el papel y el peso y volvemos a meter al horno para que dore por todos lados. Yo
la tuve sólo 5 minutos más porque iba a volver al horno para cuajar la quiche.
En el caso de que uséis esta masa para tartaletas frías dejar cocer totalmente.
Masa horneada |
Mientras la pasta hornea, vamos a preparar el relleno de la
quiche. Descartamos la parte más dura de los espárragos y partimos a trocitos
de 2 cm de largo, ponemos a rehogar en una sartén con las 2 cucharadas de
aceite, cuando estén tiernos le añadimos el bacon y dejamos que dore. Después
le añadiremos los champiñones limpios y laminados y por último los tomates
cherry partidos a rodajitas. Añadimos un mínimo de sal y reservamos.
Relleno preparado |
En un bol batimos los 2 huevos y la nata junto con un poco
de sal, pimienta negra y nuez moscada. No me gustan las quiches muy densas y
empachosas, así que pongo huevos y nata justos para cuajar todo.
Cuando la masa esté horneada ponemos las verduras y el bacon
en el fondo y cubrimos con la mezcla de
nata y huevos. Otra vez al horno entre 15 y 20 minutos para que cuaje.
Ponemos el relleno en la masa |
Lista para ir al horno |
¡Ñam! |
Esta buenísima, jugosa por dentro, con la masa crujiente y
delicada.
Comentarios a la receta
Esta receta ha sido un poco larga, espero haberme explicado
bien y si tenéis alguna duda preguntadme e intentaré aclarároslo.
Cuando la saqué del horno tenía un poco de grasita en la
superficie, entre el aceite de rehogar el relleno, la grasa de la nata y la
mantequilla de la masa sudó un poco de grasita. No os preocupéis, con un papel absorbente
de cocina dais leves golpecitos y lo quitáis. No estaba nada grasienta al
comerla.
La pasta quebrada es muy delicada, hay que manipularla con
cuidado sobre todo cuando ya esté cocida porque se puede romper.
No hice fotos del encamisado y horneado en ciego de la masa,
espero haberme explicado bien pero si algo no entendéis decídmelo y vuelvo a
repetir la receta con fotos en esos pasos.
que rica Chusa !!!! ya tengo apuntada como hacer la masa quebrada .
ResponderEliminarbesitos
¡Gracias María!, ya me contarás cuando la hagas, seguro que te sale super bien y te va a encantar. Un beso!
Eliminar¡Qué rico! Además parece muy fácil.
ResponderEliminarLlevando un poco de cuidado para que no se rompa la pasta horneada es facil :)
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