martes, 14 de mayo de 2013

Lubina al horno



Me encanta utilizar el horno, creo que no podría vivir sin él, me parece muy útil no sólo para hornear pan, tartas, bizcochos o empanadas, sino que nos abre un amplísimo abanico de posibilidades para cocinar de manera sana y cómoda, porque muchas recetas sólo hay que prepararlas y dejar que el horno cocine por nosotros.

 
Hoy vengo con una receta de las cómodas, de las que el horno hace casi todo y a la vez nos da un plato buenísimo, sanísimo y apto para la operación bikini.
La única complicación que tiene esta receta es que el pescado no se nos pase en el horno.

Ingredientes

1 Lubina grande
1 Cebolla
2 Patatas medianas
1 Tomate
Ajos
Perejil
Sal
Aceite de oliva
Pimienta molida
½  copa vino blanco
Fumet

Meterse en faena

Limpiamos bien la lubina quitándoles escamas, aletas, tripas, cabeza y fileteándolas. Si no sabemos hacerlo se lo pedimos a nuestro pescadero que ellos tienen mucha maña y lo hacen en un momento. Queremos los filetes limpios, con la espina y la cabeza podemos hacer un fumet con el que mojaremos luego nuestro asado.

Para hacer el fumet simplemente se pone las espinas y cabeza del pescado a cocer en 1 litro de agua  con una cebolla, un puerro y una zanahoria y se hace un caldo suave de pescado. No os olvidéis de espumar el caldo cuando rompa a hervir y con 30 minutos de cocción es suficiente o incluso algo menos. Una vez hervido se pasa por un colador y ya lo tenemos listo para usarlo. Si os sobra (que os sobrará) se puede congelar y usarlo otro día en otra preparación. Si queréis podéis ponerle sal, normalmente los fondos de cocina en las cocinas profesionales se suelen hacer neutros y ya se condimenta el plato en el que vayan. Para casa hacerlo como mejor os parezca, con o sin sal.

Mientras nuestro fumet hierve, cogemos una fuente de horno. Pelamos la patata y hacemos finas rodajas formando una cama en la fuente, hacemos una segunda cama con la cebolla partida a juliana, encima pondremos el tomate a cascos grandes y el perejil picado y los ajos sin pelar a trozos grandes.
Salpimentamos, añadimos el vino blanco y un chorrito del fumet y otro de aceite de oliva y llevamos al horno, precalentado a 200ºC, calor arriba y abajo. Como cada horno es un mundo no os doy un tiempo de cocción exacto, pero oscilará entre los 20 minutos y los 35, dependiendo de vuestro horno y del grosor que le hayáis dado a la patata. Es conveniente moverlo cada 10 minutos o así para que la cebolla al estar arriba no se nos queme.

Cuando la patata esté tierna, sacamos la fuente del horno y ponemos sobre ella los filetes de lubina, que previamente habremos lavado y puesto sal y unas gotitas de aceite.

Otra vez al horno y los tenemos entre 8 y 1o minutos. La carne de la lubina es muy delicada así que no conviene pasarla, es preferible que no cuaje del todo porque con el calor que tiene se termina de cocinar mientras se emplata. La mejor forma de ver si el pescado está en su punto es comprobar si la piel se separa bien de la carne, si se separa es que ya está cocinado.
Cuando se emplate, recoger los jugos que queden en la fuente y mojar con ellos el pescado.

Delicioso y fácil ¿verdad?

Comentarios a la receta

Si estais vagos y no teneis ganas de hacer el fumet podeis sustituirlo por una pastilla de caldo concentrado de pescado o incluso un chorrito de agua.

4 comentarios:

  1. Ahora entiendo por qué me quedan secos siempre los pescados al horno. ¡10 minutos! jajaja

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    1. ¡Hola Colombina!. cuanto me alegra tenerte por aqui. En este caso han sido 10 minutos porque el pescado va limpio y fileteado, si lo hubiera metido entero con raspa y cabeza hubiera necesitado 20 minutos aproximadamente. Pero si, los filetillos no les de mucho horno que se quedan secos. Un besazo :)

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  2. Totalmente de acuerdo con lo del horno, es una maravilla. Yo lo uso mucho cuando vienen invitados porque es cómodo, no ensucia y tu puedes hacer otras cosas mientras. Esta lubina se ve estupenda, que rico, un besazo guapa

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  3. que rica Chusa, yo también adoro mi horno, pero el mío se suicida de vez en cuando y luego resucita jijij pero cuando está de buenas es un "encanto" cocinar cosas en él.besotes

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