Espagueti y salsa de tomate casera ya son de por si una
combinación clásica, sencilla pero maravillosa, parece que sólo de oírlo ya nos
apetece un gran plato de pasta calentita con un montón de salsa por encima, se
me hace la boca agua. Pero si le ponemos unas maravillosas albóndigas de carne, no es que sea apetecible, es que es irresistible. Una receta muy clásica
pero muy sabrosa y fácil de preparar.
Ingredientes para 4 personas
Para las albóndigas
400 g vacuno y cerdo picada
1 huevo XL
3 c/s pan rallado
½ cebolla
1 diente ajo
Sal
Pimienta
Harina
Aceite de oliva
Y también
340 G espagueti
Salsa de tomate
Agua
Sal
Meterse en faena
Antes de nada preparamos nuestras albóndigas, ponemos en un
bol la carne picada, yo he puesto 200 g
de cerdo y 200 de vacuno, pero podéis cambiar las cantidades a vuestro gusto.
También ponemos media cebolla y un diente de ajo rallado, un huevo, sal,
pimienta y 3 cucharadas soperas de pan rallado. Mezclamos todo bien y dejamos reposar
un rato para que todos los sabores se integren bien. A mí esto me gusta prepararlo
con bastante antelación, mínimo una hora antes de cocinarlo, y si es posible
con más tiempo, aunque si llevamos prisa se hace al momento y tampoco pasa
nada.
Mientras la masa de albóndigas reposa vamos haciendo nuestra Salsa de Tomate
Cogemos la masa de albóndigas y vamos formando pequeñas
bolitas con las manos, si la masa se nos pegara podemos mojar muy ligeramente
las manos en agua, para esta receta a mí me gusta formar bolitas pequeñas de
unos 3 cms de diámetro, para comerlas en uno o dos bocados sólo, así nos
resultará más fácil cogerlas junto a los espagueti.
Rebozamos las albóndigas en harina, sacudimos para eliminar
el exceso de harina y freímos en abundante aceite caliente. No hay que freírlas
mucho, no queremos que queden secas y luego irán a la salsa, y ahí terminarán
de cocinarse. Ponemos en papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
En una sartén ponemos la salsa de tomate e incorporamos las
albóndigas fritas, dejamos cocer todo junto unos 10 minutos.
Cocemos la pasta según tengamos costumbre y escurrimos.
Ponemos la pasta en un plato con unas cuantas albóndigas
encima y salsa de tomate, podemos rematar el plato con parmesano rallado.
¡Que aproveche!
Comentarios a la receta
Es posible que con estas cantidades os salgan más albóndigas
de las que vais a comer, no pasa nada, las congeláis junto con la salsa y otro
día sólo tenéis que cocer la pasta. También podéis añadirle unos guisante y una
copa de vino blanco, cocer unos minutos y al día siguiente con unas patatas
fritas tenéis unas albóndigas sencillas en salsa la mar de majas.
Podéis ponerle al plato albahaca u orégano, pero yo he
preferido no ponerle nada porque me gusta saborear la cebollita y el ajo de la
albóndiga tal cual.
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