Ayer tenía ganas de mancharme de harina hasta los codos, me
gusta amasar, estirar, rodar, plegar y vuelta a estirar una masa. Es algo con
lo que disfruto mucho, me relaja y me gusta sentir la masa en mis manos, notar
como cambia su consistencia con el amasado.
Y también me apetecía comer pizza, pero pizza buena, de la
hecha en casa 100%. Creo que se me juntó el hambre con las ganas de comer, como suele
decirse y como tenía todos los ingredientes para hacer una buena masa de pizza
casera me di el capricho de la pizza y me regalé mi particular “momento
relajante” amasando la base.
Voy a intentar explicar detalladamente cómo se hace esta
masa, que es muy sencillo pero que necesita de una manera específica de amasado
para que quede elástica. No podía amasar y hacer fotos a la vez y estaba sola
en casa, pero pondré mi empeño en ser lo suficientemente clara con la
explicación. No obstante, si os quedan dudas ya sabéis que me podéis preguntar
siempre que lo deseéis.
Ingredientes
Para la masa
300 gramos de harina de fuerza+la que admita
200 gramos de agua tibia
20 gramos de levadura de panadero fresca (u 8 seca)
15 gramos de sal
25 gramos aceite de oliva
Para la pizza
Salsa de tomate
Mozzarella rallada
3 latitas atún en conserva
½ cebolla tierna en aros finos
½ pimiento italiano en aros finos
2 Tomates naturales
Aceitunas negras
1 bola de mozzarella fresca
Orégano
Meterse en faena
Vamos a comenzar haciendo la masa, para ello pondremos la
harina y la sal en un bol, hacemos un hueco en el centro. Disolvemos la
levadura en agua tibia, el agua no puede estar muy caliente si no mataríamos la
levadura (el agua debe estar a unos 30ºC). Yo la calenté en el microondas y le
di 10 segundos, por si os sirve el dato.
Harina con sal en forma de volcan |
Levadura disuelta en agua tibia |
En el hueco de la harina echamos el agua con la levadura
disuelta y el aceite y comenzamos a amasar ayudándonos con una cuchara desde
dentro hacia afuera. Movemos con la cuchara hasta que la masa se desprenda de
las paredes del bol, pero todavía es una masa muy pegajosa.
Al principio la masa es muy pegajosa |
Enharinamos la superficie de trabajo y volcamos la masa,
poco a poco vamos añadiéndole harina y se la vamos integrando hasta conseguir
una masa que no se nos peque a la superficie de trabajo ni a las manos (es
conveniente tener un cuenco con harina al lado ya preparado). La expresión de
“harina la que admita”, da un poco de miedo a veces, no todas las harinas
tienen el mismo tipo de molienda, también depende de la temperatura ambiente,
de la humedad ambiental… Si le añadimos mucha harina nos saldrá una masa dura,
la masa ha de ser consistente pero que se note húmeda, sea muy flexible y no se
peque a las manos. A mí me admitió algo más de 100 gramos más de harina,
aproximadamente.
Ahora comenzaremos el proceso de amasado propiamente dicho,
con una mano sujetamos la masa y con la otra la estiramos y la volvemos sobre sí
misma, hacemos este proceso durante unos 5 minutos.
Hacemos un rulo con la masa y lo estiramos tipo churro, a mí
me resulta fácil hacerlo cogiendo cada extremo de la masa con las manos y
estirándola en el aire a la vez que intento darle unos pequeños giros para que
se vaya enrollando sobre sí misma. Una vez estirada la hacemos una especie de
rosquilla, la doblamos y volvemos a estirar. Este proceso hay que repetirlo
varias veces, unos 5-10 minutos, este es el secreto de que las masas de pizza
estén tan elásticas.
Formamos una bola con la masa y la ponemos en un recipiente
ligeramente engrasado con aceite de oliva y tapamos con un paño limpio. Dejamos
reposar entre 30-45 minutos o hasta que doble volumen. La manera de saber si la
masa está lista para usar es hundiendo un dedo en ella, si recupera su forma es
que se puede usar ya, si queda hundida debemos esperar a que termine de levar.
Cuando tengamos la masa lista para usar, enharinamos muy
ligeramente la superficie de trabajo y volcamos la masa. Con los nudillos presionamos
para quitarle el exceso de aire que contenga. Con las cantidades que os he dado
sale una pizza grande o 2 medianas, si no vais a usar toda la masa se puede
congelar bien envuelta en papel film. Yo la usé toda, esta masa es tan elástica
que no necesita rodillo para estirarla, simplemente con las manos se va
formando la forma que queremos. Es muy sencilla de trabajar.
Estiramos la masa sobre la placa del horno |
Pasamos a la placa de horno levemente enharinada.
Precalentamos el horno a máxima potencia, el mío alcanza los 275 ºC, cuanto más
caliente el horno mejor para la masa.
Ya sólo es cuestión de ponerle los ingredientes que más nos
gusten, yo le puse salsa de tomate tipo casero, mozzarella rallada, tomate
natural a rodajitas, atún en conserva, aritos de cebolla y pimiento, aceitunas
negras, una bola de mozzarella fresca a láminas y orégano.
Preparamos la pizza a nuestro gusto |
¡¡¡Ñam!!! |