Había comprado una bolsita de almejas y gasté una parte en
la dorada con salsa marinera que os puse el otro día, pero me quedaron
bastantes y al día siguiente preparé un buen aperitivo para mi chico y para mí.
Me apetecía hacer un clásico entre los clásicos, y escogí
prepararlas en salsa verde. A mi padre le encantaban así y hacía mucho tiempo
que no hacía esta receta.
La salsa verde es muy típica del País Vasco, uno de sus
platos más conocidos, la merluza a la vasca, lleva una base de esta salsa
aunque se le añaden también guisantes, huevos duros y espárragos.
Estas almejas no tienen ninguna dificultad de hacer, están buenísimas
y para que salgan perfectas sólo se necesita no pasar las almejas de cocción y
ponerle mucho cariño, la cocina sin cariño no sabe igual.
Ingredientes para 2 personas
250 gramos de almejas
(yo use del tipo “japonesa”)
2 dientes de ajo
1 Guindilla cayena
Perejil
Sal
2 c/s vino blanco
Maicena
Aceite oliva
Agua
Meterse en faena
Lavamos muy bien las almejas para eliminar impurezas y es
mejor dejarlas varias horas en un bol con agua dentro del frigorífico para que expulsen
algún resto de arena que pudieran tener. Cuando vayamos a preparar el plato,
las sacamos del agua y reservamos.
Pelamos y fileteamos finamente los dos dientes de ajo. Lo
ponemos a dorar en una sartén junto con la cayena con 4 cucharadas de aceite de
oliva. Los ajos queman muy rápido y si se queman amargan muchísimo, por eso es
mejor hacerlos a fuego bajito para que vayan friendo poco a poco y queden de un
bonito color dorado.
Cuando los ajos doren, echamos las almejas y un pelín de
sal, damos unas vueltas y añadimos las dos cucharadas soperas de vino blanco y
el perejil muy finamente picado.
Conforme vayan abriendo las almejas las iremos retirando a
la fuente donde vayamos a servirlas. Si dejamos las almejas cocer y cocer, no
sólo perderán sus propios jugos y mermará el gajo sino que incluso se saldrán
de sus conchas.
Si alguna almeja no abre es que está muerta, no hay que
intentar abrirla a la fuerza, se tira porque no vale para comer.
Disolvemos una cucharadita de las de café de maicena en un
poquito de agua y se la añadimos a la salsa que tendremos en la sartén. Movemos
bien para que coja cuerpo y la servimos por encima de las almejas.
Rápido, sencillo y espectacular de bueno.
Comentarios a la receta
Yo he usado maicena como espesante, pero se puede usar
harina. Pero entonces el harina habría que rehogarla y lo haríamos cuando hayan
dorado los ajos y antes de incorporar las almejas a la sartén. Prefiero usar maicena
porque no hay que rehogar y evitamos así que coja color.
No es estrictamente necesario ponerle la cayena, a mí me
gusta el punto picante pero si no os va, no le pongáis.
Sin espesarlo demasiado, que si no no la pasta no "escurriria bien", este plato se acopla de maravilla a unos buenos spaghetti ;)
ResponderEliminar¡Ñam!, pues me apropio la idea y un día los hago. Alguna vez he hecho spaguetti con almejas pero no le puse vino blanco. Pruebo un día tu idea y te cuento. Besos cielo!
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