Pollo a la parmesana

El pollo a la parmesana es un claro exponente de la cocina ítalo-americana, que evolucionó de diferentes formas en todo EEUU gracias a la adaptación que de la cocina italiana hicieron los emigrantes. Esta es pues una receta que pese a incluir entre sus ingredientes productos que nos recuerdan mucho a la gastronomía de la bota de Europa, no la encontraremos en las raíces de ese país. Ocurre igual con los espaguetti con albóndigas, que publiqué en las primeras semanas de vida de este espacio.

En casa nos encanta la carne empanada, no la cocino tanto como le gustaría a mi pareja por aquello de no abusar de los fritos pero de vez en cuando nos apetece a ambos y nos damos el capricho. Y puestos a darte el capricho e ignorar del todo el tema calórico, nada mejor que este pollo a la parmesana que es una receta absolutamente deliciosa y que se que os va a entusiasmar.

Esta receta puede parecer un poco engorrosa de hacer porque lleva varios pasos, pero en el fondo es bastante cómoda y la salsa de tomate podemos tenerla hecha con antelación, así tardamos menos en prepararla.

Como guarnición, en los restaurantes italianos de EEUU suelen servirlo con pasta, yo le puse unas patatas fritas y con un puré de patata también quedaría genial.

Ingredientes para 2 personas

1/2 pechuga de pollo a filetes gruesos
Salsa de tomate casera (receta AQUI)
1 huevo
Harina
Pan rallado
Queso parmesano rallado
Queso mozzarella
Aceite de oliva
Albahaca fresca
Sal

Meterse en faena

Comenzaremos preparando la salsa de tomate, hace tiempo os dí la receta que suelo usar y podéis leerla aqui, en esta ocasión la aromaticé con albahaca fresca.

Pedimos en la carnicería que nos corten la pechuga de pollo a filetes gruesos, a mi de media pechuga me sacaron 4 filetes. No conviene que sean finos porque al freirlos primero y hornearlos después corremos riesgo que salgan secos.

Salamos los filetes y pasamos en este orden por harina, huevo y pan rallado al que habremos añadido unas cucharadas de queso parmesano rallado, empanamos bien y freimos en abundante aceite caliente, una vez dorados sacamos a un papel absorbente.

Colocamos las pechugas en una fuentes apta para horno y cubirmos con una capa generosa de salsa de tomate y un polvito de queso parmesano.

Recubrimos generosamente de queso mozzarella, yo he usado rallado pero se puede usar fresca y metemos al horno, precalentado a 200ºC, programa gratinador, hasta que el queso funda y dore.

Servimos junto a la guarnición que hayamos escogido y le ponemos unas hojas de albahaca fresca que le aportará mucho aroma y frescura (este paso es prescindible).

Espero que os haya gustado esta receta que ya es un clásico de la cocina italo americana y si os apetece os invito a conocer mi página de Facebook

Comentarios a la receta

Algunas versiones de este plato, para evitar el exceso de grasas hornean desde el principio la carne, la meteríamos simplemente empanada al horno a 180ºC hasta que el empanado dore (unos 20 minutos).

Cuando compro albahaca fresca, como es una hierba que en seguida se estropea, la que me sobra la congelo. Nos servirá para aromatizar las salsas y dejará un olor más produndo que la seca. Eso sí, no sirve para servirla cruda.

En Argentina hay una receta similar que se llama pollo a la napolitana que incluye también jamón de york entre sus ingredientes.