Hojaldrinas caseras

Me gusta mucho la Navidad, me gusta ver las ciudades encendidas con luces de colores, me gusta pensar en el regalo adecuado para cada uno de los mios y envolverlo con mimo, siempre dedico una tarde a envolver regalos y disfruto también el momento de ir a comprar los papeles, las cintas, cordones y todas las demás cosas que suelo usar en hacer preciosos paquetes personalizados. Me gusta planificar el menú de Nochebuena con tiempo y pido opinión y consejo a los mios. Adoro perderme por los mercadillos de artesanías y se me van las horas mirando aquí y allí y probando la repostería tradicional que suelen ofrecer para captar la atención de los paseantes. Y de las cosas que más me gustan es hornear los dulces para toda la familia, dedico varios días a ello y a las recetas fijas en casa siempre voy probando alguna nueva y estas hojaldrinas es el segundo año que las hago.

Cuando era niña mi padre hacía compras muy grandes por Navidad, la casa siempre estaba abierta a todo el mundo, siempre había un trasiego de gente entrando y saliendo y la mesa siempre estaba puesta para ofrecer un refrigerio a las visitas. El disfrutaba mucho esas fechas y creo que a todos nosotros nos lo inculcó y en mi familia disfrutamos mucho estas semanas y lo hacemos con alegría. El primer año que faltó mi padre fue terrible, hacía sólo tres meses que se nos había ido y aún así juntamos la suficiente presencia de ánimo para cantar la canción que él siempre nos cantaba por Nochebuena, con la voz quebrada y las lágrimas asomando a los ojos todos cantamos la canción del Cola-Cao, que esa es otra historia que ya os contaré otro día.

"¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!" (Charles Dickens)

Mi sobrina Pilar adora las hojaldrinas, siempre las compramos hechas pero el año pasado estuve bicheando por blogs de recetas y las cociné y a ella le gustaron tanto que este año he vuelto a hornearlas. Me he basado en la receta de Las recetas de mama aunque he hecho un par de modificaciones. Estas hojaldrinas podríamos decir que son primas hermanas de los nevaditos aunque con sutiles diferencias.

Con las cantidades que os doy os saldrán unas 30 hojaldrinas, no hay que hacerlas muy grandes y tampoco muy altas ya que crecen en el horno un poco.

Ingredientes

400 gramos de manteca de cerdo
600 gramos de harina
1 pizca de sal
Ralladura de una naranja grande o 2 pequeñas*
50 ml zumo naranja
50 ml vino tipo moscatel*
Azúcar glasé para el acabado

*La receta original usa ralladura de 3 naranjas y vino blanco seco.

Meterse en faena

Tenemos que trabajar con la manteca a temperatura ambiente, NO se puede derretir en el microondas. Yo la saqué del frigorífico en cuanto me levanté y cuando a media mañana me puse a prepararlas estaba estupenda. Con ayuda de unas varillas o un tenedor batimos la manteca hasta obtener una pomada suave y cremosa.

 Añadimos entonces la ralladura de naranja, el zumo y el vino y movemos muy bien hasta integrarlo perfectamente con la manteca.

Incorporamos la harina de golpe y un pellizco de sal, movemos bien hasta obtener una masa homogenea.

Hacemos una bola con la masa, envolvemos en papel film y llevamos al frigorífico por espacio de una hora para que coja un poco más de consistencia. Pasado ese tiempo, sacamos y estiramos dejándola de un grosor de medio centímetro, plegamos la masa sobre sí misma y estiramos hasta que tenga 1´5 cm de grosor.

Cortamos a cuadrados o rectángulos y colocamos en una placa del horno forrada con papel vegetal.

Horno precalentado, horneamos a 180ºC durante unos 30 ó 40 minutos, hasta que estén doradas. Es posible que al sacarlas del horno estén algo tiernas en el centro, conforme enfríen se endurecerán.

Cuando hayan enfriado rebozamos en azúcar glasé y las espolvoreamos generosamente con ella. Solo nos queda disfrutarlas con una copita de vino dulce y en la mejor compañía.

Y como navidad es todo compañía os invito a que me acompañéis en mi andadura de Facebook, las puertas están abiertas de par en par.