Bizcocho de café

Ya sabéis que me encantan los bizcochos, me parecen una elaboración estupenda para el desayuno o la merienda y personalmente prefiero los que están hechos con yogurt.  Nunca se me había ocurrido hacer un bizcocho de café, hasta que un día por casualidad di con ESTA RECETA y se me encendió la bombilla. He adaptado un poco la receta y el resultado ha sido un bizcocho extremadamente esponjoso, suave, con un sabor a café muy agradable.

Se lo he dado a probar a varios amigos que han estado en casa y todos han quedado muy entusiasmados con la receta y sinceramente, es un bizcocho estupendo, su sabor no es nada cansino y aguanta bastantes días en buenas condiciones.

Ingredientes

3 Huevos

240 gms de azúcar moreno

1 Sobre potenciador químico

125 ml aceite oliva suave

1 Yogurt natural tipo griego

210 gms harina de repostería

1 c/s cacao puro

3 c/p café soluble

Meterse en faena

Cascamos los huevos en un bol amplio y le ponemos el azúcar moreno y batimos con las varillas eléctricas hasta que doblen el volumen. Se puede usar también azúcar blanquilla pero pensé que para esta receta el azúcar moreno iría mejor y a nosotros nos ha encantado el resultado.

Después le incorporamos el yogurt y el aceite y batimos ligeramente. Juntamos la harina con el potenciador químico y tamizamos. Mezclamos bien y por último incorporamos el cacao (yo usé cacao puro por eso salió tan oscuro de color) y el café soluble. Integramos bien todos los ingredientes y dejamos reposar la mezcla 15 minutos en el frigorífico.

Mientras untamos las paredes y el fondo de un molde desmoldable con  aceite de oliva y cuando saquemos la mezcla del frigorífico damos una última batida y vertemos en el molde.

Horno precalentado 180ºC, si tenéis aire, con aire, si no, arriba y abajo. Para evitar el efecto magdalena lo cubrí los primeros 20 minutos con papel de aluminio, transcurrido ese tiempo retiré el papel aluminio y dejé que acabara de hornear hasta que coció completamente. Para comprobar sólo hay que pincharlo con un palito de brocheta y si sale limpio es que está listo.

Dejar enfriar en el molde y cuando esté tibio sacarlo a una fuente, una vez frio se puede decorar con lo que más nos guste, yo usé un poco de azúcar glass simplemente, que por cierto, olvidé tamizar y salió con grumitos (si es que a veces tengo la cabeza no sé dónde).

Espero que os animéis a hacerlo porque es sencillo y su sabor es maravilloso.

¿Fácil, verdad?