lunes, 17 de junio de 2013

Berenjenas a la parmesana


Un día estábamos mi sobrina Irene y yo mirando el Canal Cocina y vimos a un cocinero preparar esta receta y las dos nos miramos y dijimos “esto tenemos que hacerlo”. Pero son de esas cosas que siempre tienes en mente hacer pero nunca lo haces. Un día en la frutería vi que  había berenjena morada y pensé que ya era el momento de preparar este plato.

Ya las he hecho varias veces de lo mucho que nos han gustado, incluso a mi chico que no le apasiona la verdura le encanta, y a mí que no me van los quesos, pero es un bocado tan delicioso que sinceramente, nos hemos enamorado de este plato. Os animo a todos a hacerlo porque estoy segura que os va a encantar.


Por lo que he podido leer este es un plato del sur de Italia aunque su origen no está del todo claro, sea cómo sea es una receta absolutamente maravillosa que a nosotros nos ha conquistado.
Comentaros que a mí me gusta prepararla con berenjenas moradas, la berenjena negra absorbe mucho aceite al freírla y no me gusta para este plato, yo os doy la receta clásica donde la berenjena se fríe, para aligerarlo podéis hacer la berenjena a la plancha o al horno, pero sinceramente no está tan bueno. Este plato se aromatiza con albahaca fresca, yo no tenía y le puse seca pero cambia el sabor, siempre que tengáis la oportunidad ponerle albahaca fresca. 


Y por último deciros que pese a que es un plato vegetal, es contundente, no es un primero, es plato principal.

Ingredientes para 2 personas

2 Berenjenas moradas
Salsa de tomate casera
Queso Parmesano
Mozzarella
Albahaca
Sal
Aceite Oliva
Harina


Meterse en faena

Lavamos las berenjenas, le cortamos las puntas y las partimos a lo largo en láminas de 1 cm de grosor, si queréis montar este plato individual se pueden partir a rodajas, yo lo hice a lo largo por comodidad. Ponemos en un bol agua con un buen puñadito de sal y metemos a remojo las berenjenas durante mínimo media hora. 

También se pueden poner las berenjenas en una escurridera con sal y luego enjuagarlas, yo prefiero el método de sumergirlas porque así me aseguro que  la sal se reparte por igual en toda la superficie de las láminas y que todas las láminas cojan la misma cantidad de sal. 

Como las berenjenas flotaran podéis ponerle un peso para que se hundan y puedan tomar la sal o simplemente acordarnos de ir hundiéndolas con la mano cada poco tiempo.

Mientras las berenjenas están en el agua hacemos una salsa de tomate casera, que ya puse la receta y podéis consultarla AQUI

Transcurrida media hora, escurrimos el agua de las berenjenas y las vamos rebozando en harina y friendo por tandas en abundante aceite de oliva caliente, hasta que estén muy doradas y estén crujientes, no deben estar blanditas, sino duras. Sacamos y ponemos sobre un papel absorbente de cocina para que suelten el exceso de aceite.

Freimos las berenjenas

Y sólo nos queda montar el plato, en una fuente de horno ponemos una capa de salsa de tomate, espolvoreamos generosamente de queso parmesano, colocamos encima una capa de berenjenas fritas y otra vez salsa de tomate, parmesano y berenjenas, vamos formando todas las capas hasta agotar las berenjenas y terminamos con una generosa capa de salsa de tomate, parmesano y una capa gruesa de mozzarella. Aromatizamos con  albahaca picada (ya os digo que yo le puse seca porque no tenía fresca pero, la fresca es mejor).

Cubrimos el fondo de la fuente con salsa de tomate y espolvoreamos parmesano

Colocamos capas de berenjenas fritas

Una última capa generosa de salsa de tomate

Terminamos cubriendo de mozzarella y albahaca

Horno precalentado 180 ºC, hornear hasta que la mozzarella funda y se dore.


¡Espectacular!

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir estas recetas de 5 estrellas!!!!!!!!

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  2. Como me tiene que gustar este plato parece que me llega el olorcito hasta aquí, que bien tengo una mata recién comprada de albahaca y me estrenare a usarla con estas deliciosas berenjenas!
    Un beso chusa

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