Piruletas de solomillo y bacon con salsa de champiñones

Ya estamos a viernes y hoy os dejo una receta que es sencilla y nos hará quedar muy bien si recibimos amigos en casa, aunque no es estrictamente necesario reservarla para los invitados, se prepara tan rápido y es tan fácil de hacer que os animo a todos a incluirla en vuestro recetario recurrente, como lo está en el mío.

Me gusta preparar el solomillo en forma de piruleta porque es más cómodo de cocinar, emplatar y comer y después de probar distintas salsas finalmente le he adjudicado la salsa de champiñones, me encantan los champiñones y el leve sabor a tierra que tienen combina muy bien con el sabor del cerdo y el ahumado del bacon.

Hay muchas recetas de salsa de champiñón, a mí me gusta usar esta que os doy porque es sencilla de preparar, se hace de forma rápida y es ligera, personalmente no me gustan las salsas densas, muy rotundas que además de enmascarar el sabor del ingrediente principal resultan un poco empachosas. A esas alturas creo que ya os vais dando cuenta que me gustan los sabores limpios, sin muchos adornos y que sean suaves de comer y esta salsa es perfecta para eso.

Ingredientes

Solomillo de cerdo

Bacon ahumado en lonchas

Una nuez de mantequilla

2 champiñones medianos

Nata líquida para cocinar

Jugo concentrado de carne

Brandy

Sal

Aceite de oliva

Palillos

Meterse en faena

Limpiamos muy bien el solomillo de grasa y pieles y fileteamos en rodajitas de unos 2 cm de grosor. Ayudándonos de las dos manos intentamos dar forma redondeada a los solomillos. Cogemos una loncha de bacon, la doblamos a la mitad y rodeamos con ella todo el contorno de nuestro medallón de solomillo, pinchamos con un palillo para sujetar el bacon al solomillo. Formamos así todas las piruletas y reservamos.

Formamos las piruletas intentando que queden redondeadas.

Limpiamos muy bien los champiñones y picamos finamente, en un cazo ponemos la nuez de mantequilla a calentar  (una nuez de mantequilla es una porción de mantequilla del tamaño de una nuez, su peso, aunque no existe un estándar, es de unos 15 gramos), cuidado con la mantequilla que se quema muy rápido, y cuando haya disuelto le incorporamos el champiñón finamente picado. Al principio veréis que la mantequilla es absorbida en su totalidad por el champiñón, no os preocupéis, es normal, no sucumbáis a la tentación de poner más mantequilla, conforme el champiñón vaya cocinándose la irá “expulsando” otra vez.

Ponemos el champiñón a rehogar junto a la mantequilla

 Le ponemos un poco de sal al champiñón para ayudarlo a sudar y cuando veamos que ya está tierno y se haya consumido todo el agua que suelten los regamos con un chorrete de brandy, dejamos que el alcohol evapore y le añadimos una cucharadita de jugo concentrado de carne (si, el de la tapaderita roja que todos conocemos) y un chorrete de nata (aproximadamente 100 ml). Dejamos que reduzca y ya está la salsa hecha.

En una sartén ponemos unas gotas de aceite de oliva y vamos haciendo nuestras piruletas a la plancha, no hay que poner mucho aceite, el bacon soltará grasa y mi consejo es cocinarlas a fuego medio puesto que hemos partido los solomillos algo gruesos y queremos que cuajen por dentro.

Se ponen las piruletas en un plato y se les pone un poco de salsa por encima, como acompañamiento yo les hice patatas fritas pero unos aritos de cebolla en témpura también le van muy bien.

Y como es habitual en Bienmesabe, hasta el lunes no habrá nueva recetas, así que disfrutad del fin de semana y nos vemos el lunes con recetas como poco igual de buenas que las de esta semana.

Comentarios a la receta

El solomillo que yo usé era más bien pequeño, me salieron 9 piruletas, si el solomillo es grande saldrán 12 y con medallones de buen tamaño, con lo cual 3 personas podrían comer con un solo solomillo si hay varios entrantes.