Espagueti con gambas

Este plato es ideal cuando vamos con prisas, se tarda en hacer lo que tarda la pasta en cocer y el resultado es buenísimo. Es una receta muy conocida, hoy no vengo con nada nuevo ni original pero como en otras muchas cosas el resultado dependerá mucho de la materia prima y para un plato así os aconsejo, siempre que sea posible, que uséis gambas de buena calidad, pueden ser congeladas pero dentro de la gama de congelados hay muchas calidades distintas y en este caso, siendo un plato que tiene tan pocos ingredientes ganamos mucho sabor si usamos una primera calidad.

Normalmente este plato se suele hacer sin tomate pero a mi me gustan mucho los tomates, los tuve al fuego menos de un minuto, estaban crudos al comerlos pero me apetecía encontrarme el contraste del caliente de la pasta, el picante de la cayena y el frescor del tomate y el perejil picado. 

El resultado fue un plato muy ligero, fresco, sabroso, con una chispa picante y buenísimo y en tan sólo 8 minutos ¿a que es genial?.

Ingredientes para 2 personas

180 Grms de espagueti

200 Grms de colas de gambas

3 dientes de ajo

1 Guindilla cayena

Perejil

1 Tomate de pera

Aceite Oliva

Sal

Agua para cocer la pasta

Meterse en faena

Ponemos agua y sal en una olla y un chorrito de aceite de oliva y cuando rompa a hervir echamos la pasta, movemos para que no se peque y dejamos cocer siguiendo las instrucciones del fabricante. Normalmente los espagueti cuecen en unos 8 minutos para estar al dente o un par de minutos más si se prefiere un poco mas cocida.

Mientras la pasta cuece pelamos y picamos finamente los dientes de ajos junto con un poco de perejil, en una sartén calentamos un buen chorrete de aceite de oliva y le ponemos la guindilla y los ajos y perejil, dejamos que doren con cuidado que no se quemen, así que hay que vigilar  porque se hace muy rápido, añadimos las colas de gambas a las que habremos retirado los intestinos (se hace cortando todo el lomo de la gamba con una puntilla afilada y extrayendo la franja oscura que tiene). 

Ponemos sal y a fuego vivo cuajamos las gambas, sin pasarlas para que no se queden secas. Simplemente hay que cuajarlas.

Paso a paso del plato

Le incorporamos el tomate lavado y partido a dados grandes y damos un par de vueltas y retiramos del fuego.

Añadimos la pasta escurrida, movemos bien y servimos muy calientes espolvoreando con un poco más de perejil fresco picado.

Buenísimos y facilísimos.