Ensalada de espárragos con vinagreta de mostaza

Pues ya llegó Semana Santa y entre torrijas, pestiños, leche frita y rosquillos de naranja habrá que intentar encontrar un momento para comer algo un poco menos contundente, que luego nos echamos las manos a la cabeza cuando los botones de la ropa amenazan con salir disparados hacia rumbo desconocido.

Os propongo una ensalada que a mi me encanta, me gustan mucho los espárragos, ya sean naturales o en conserva, siempre tengo en la despensa unas cuantas latas que me resuelven muchas comidas o cenas. Los espárragos tienen mucha fibra, son diuréticos, poseen alto contenido en hierro, calcio, zinc, son saciantes y apenas tienen calorías, vamos, que son una verdadera joya y para redondear el círculo, están deliciosos.

Esta ensalada es muy sencilla de hacer, su sabor es muy agradable, al intenso de la vinagreta se le une el dulzor del espárrago y el sabor terroso de los champiñones crudos, yo la encuentro muy jugosa y fresquita.

Ingredientes

Brotes verdes
Rúcula
Champiñones muy frescos
Aguacate
Espárragos blancos en conserva
Mostaza antigua
Zumo de limón
Sal en escamas
AOVE

Meterse en faena

Para esta ensalada he usado un sobre de brotes verdes, que venden en muchos supermercados, llevan brotes tiernos de distintas clases de lechuga y espinacas. Simplemente ponemos las hojas en el fondo de la fuente donde vamos a hacer la ensalada, añadimos también unas hojas de rúcula, que a mi me gusta mucho.

Quitamos la parte terrosa a los champiñones y lavamos muy bien, fileteamos muy fino. Si tenéis alguna duda, los champiñones se pueden comer perfectamente crudos, hay que partirlos finitos y eso sí, deben ser muy frescos. Para saber la frescura de un champiñón, además de tener un color muy blanco y ser duros al tacto, nos debe costar trabajo arrancarle el pie. Fileteamos también el aguacate y disponemos sobre los brotes. Colocamos los espárragos, yo usé en conserva, tenían un buen calibre, que además de estar muy ricos le dan mucha vistosidad al plato.

Preparamos una vinagreta con una cucharadita de las de postre de mostaza antigua, zumo de medio limón y un chorrete generoso de AOVE, movemos bien para que emulsione y aliñamos la ensalada.

Acabamos con un polvito de sal en escamas y lista para ir a la mesa, un plato buenísimo en un tiempo record.