Torrijas

Si os digo la verdad, no tenía pensamiento de publicar una receta de torrijas, hay tantas y tantas y tantas en la red estos últimos días que pensé que era una tontería aportar otra receta más de torrijas. Pero luego me dije, bueno, pero Bienmesabe no tiene sus torrijas y debería tenerlas, así que aquí me tenéis, torrijeando.

Esta semana está siendo muy caótica para mi, me he incorporado al trabajo y arrancar una nueva temporada siempre es complicado, tampoco ayuda mucho que vivo a casi 70 Km de donde trabajo, la semana que viene ya estaré más organizada, pero esta, voy de cráneo. Os pido disculpas por no poder estar más presente en las redes sociales y visitar a mis amigos blogueros, que ya lo siento, con las cosas buenisimas que estarán cocinando y yo sin verlo.

Que me distraigo contando batallitas...A lo que voy, hacía muchos años que no preparaba torrijas, es de esas cosas que vas perdiendo costumbre de hacer pero ahora, al verlas en tantos blogs, me he animado a cocinarlas de nuevo. Por romper un poco la inercia de infusionar la leche con limón y canela, yo les he dado una mínima vuelta de tuerca y nos ha encantado el resultado.

Con esta receta me despido de todos vosotros hasta el lunes, me esperan días duros de trabajo y no voy a poder publicar, os recuerdo que estoy de sorteo para celebrar mi primer aniversario y que podéis apuntaros aquí. Disfrutad mucho de estos días, pasarlo bien y en nada de nada, nos volvemos a ver.

No os doy cantidades porque dependerá de cuantas torrijas queráis hacer, pero para las 6 que yo hice (era media barra de pan de torrijas) necesité 750 ml de leche.

Ingredientes

Pan para torrijas
Leche
Piel de limón
Anís estrellado
Azúcar
Canela en polvo
Huevos
Aceite de oliva

Meterse en faena

El secreto de una buena torrija es que el pan sea un buen pan, es así de sencillo. Yo compré el pan en una panadería de mi pueblo, es un pan con mucha miga, denso, muy esponjoso, hay que dejarlo endurecer un poco, si no se nos romperá al partirlo.

Cortamos el pan a rodajas de 1 dedo de grosor, no más, el pan al embeber la leche aumentará mucho de tamaño.

En un cazo ponemos la leche a calentar con la cascara de limón y los anises estrellados (yo usé 2) y azúcar, no hay que poner mucha, las torrijas irán rebozadas en azúcar, yo puse 2 cucharadas colmadas. Cuando la leche haya calentado, apartamos del fuego y dejamos que enfríe, si la echáramos caliente sobre el pan se nos rompería.

Colocamos el pan en una fuente, las rodajas unas al lado de las otras, no encima unas de otras y vertemos la leche pasándola por un colador para retirarle algún telillo de la leche. Dejamos que el pan se embeba la leche, yo las tuve algo más de una hora.

Batimos los huevos, con ayuda de una espumadera sacamos las torrijas, dejamos que escurran el exceso de leche y pasamos por huevo batido, freímos en abundante aceite caliente. Si vais a freír muchas conviene tener dos sartenes, ya que el aceite se irá llenado de pequeños residuos negros que nos afearan mucho nuestras torrijas.

Una vez bien fritas por ambas caras, poner en un plato donde tendremos una mezcla de azúcar y canela en polvo, rebozar bien y todavía tibias, a la mesa.

¡Que las disfrutéis! y muy feliz Semana Santa a todos.