Gambones crujientes

La entrada de hoy es muy sencilla, es tan fácil de hacer que casi da vergüenza llamarlo receta, porque quien más quien menos sabe empanar. Pero me parece un aperitivo muy bueno y divertido para tomar en una reunión de amigos o un cocktail.

Para elaborarlos yo he usado pan rallado tipo casero porque me gusta mucho su resultado, pero si os gusta un punto todavía más crujiente se puede usar panko, que es un pan rallado japones, más grueso que da un acabado extra crujiente, aunque todavía no se encuentra en todos sitios. Como en nuestros hogares no podemos tener todos los productos del mercado siempre prefiero realizar las recetas con los productos más normales que tengamos y dejaros la sugerencia del más específico, no al revés.

El secreto de estos gambones crujientes es realmente la calidad del gambón, yo he usado colas de gambas ya peladas que las venden en Mercadona, pero vale igual cualquier gambón o langostino de buen calibre. Para acompañarlos le he hecho una salsa un poco picante, mezclando simplemente mayonesa y un poco de salsa brava, pero también podéis usar una salsa agridulce o picante china que le vienen genial.

Estos gambones quedan super jugosos, están buenísimos y acompañados de la salsita picante le dan mucha chispa. No especifico cantidades porque dependerá de cuantos gambones queréis hacer, yo hice un paquete de gambones entero que creo que eran 11.

Ingredientes

Colas de gambones o langostinos
Harina
Huevo
Pan rallado (o panko si tenéis)
Sal
Aceite de oliva
Palos de brocheta

Meterse en faena

Como yo usé colas de gambones peladas simplemente se insertan en la brocheta comenzando por la cola. Si los peláis vosotros podéis dejar justo la cola de la carcasa, que queda bonito.

Salamos y pasamos por harina, huevo batido y pan rallado, el pan rallado hay que ir presionándolo para que se adhiera bien, al presionarlo se mojará con el huevo, lo que nos permitirá poner una segunda capa de pan rallado y eso nos dará un punto más crujiente.

Freímos en abundante aceite de oliva, yo recomiendo usar un recipiente estrecho y alto, como un cazo, para que el gambón quede totalmente sumergido en el aceite. Ponemos sobre papel absorbente para que se elimine el exceso de aceite y servimos junto a un cuenco de nuestra salsa favorita, picante o no.

Un bocado buenísimo, muy fácil de hacer y con el que quedar muy bien.