Croquetas de cocido caseras

Estoy convencida que hay elaboraciones que son un imprescindible en el recetario de una persona, hay cosas que todos deberíamos saber hacer y son una tremenda ventaja tenerlas como fondo de congelador para echarles mano cuando lo necesitemos.
Las croquetas son una de esas elaboraciones, y las croquetas de cocido que hoy os traigo tienen la ventaja añadida de que vamos a reaprovechar restos de otra comida, que no está la cosa para ir tirando nada.

Recetas de croquetas de cocido hay muchas, unas usan leche, otras sólo el caldo del cocido y otras, como estas, que llevan ambos líquidos. Me gusta el sabor que le da el caldo y la cremosidad de la leche y después de muchos experimentos, me quedo con esta receta que es la que llevo haciendo muchos años en casa.

El secreto de una buena croqueta es su bechamel, tiene que cocer lentamente, debe quedar cremosa, una croqueta dura es tremendamente incómoda de comer y el rebozado debe quedar crujiente. Para otro tipo de croquetas, como las croquetas de jamón cremosas utilizo mantequilla en la bechamel, pero las de cocido me gusta hacerlas con aceite de oliva. Vamos con la receta.

Ingredientes

1/2 cebolla grande
1/2 puerro
250 gramos carne de cocido
250 ml caldo de cocido
750 ml leche entera
130 gramos de harina + la de rebozar
Sal
Nuez moscada
Aceite de oliva
2 huevos
Pan rallado

Meterse en faena

Picamos muy finamente la cebolla y el puerro y los ponemos a rehogar en una sartén o tartera antiadherente con un fondo de aceite de oliva, normalmente la bechamel se hace con misma cantidad de harina que de materia grasa, es una ley de esas alquímicas que existen en cocina, pero el caldo de cocido que le vamos a añadir ya va a llevar grasa así que simplemente con un fondo de aceite de oliva nos será suficiente.Añadimos un polvito de sal para ayudar a sudar.

Cuando la verdura esté transparente y sudadita le incorporamos la carne de cocido picadita, yo la pico con las tijeras, no me gusta la textura que le deja la picadora, pero eso es cuestión de gustos. Damos unas vueltas para que la carne se caliente.

A continuación le añadimos la harina y rehogamos muy bien para matarle el sabor de harina cruda, es posible que veamos que la harina se hace como pequeñas bolas, no nos debe preocupar, al incorporarle el líquido irán soltando. lo importante es que la harina no quede cruda. Calentamos el caldo y la leche, solo calientes, no tienen que hervir, añadimos primero el caldo, movemos para ir soltando la harina y luego la leche. fuego suave y ahora nos toca trabajo de cuchara. rectificamos de sal y echamos nuez moscada molida, que siempre le va muy bien a la bechamel.

Una bechamel de croqueta hay que cocerla sin prisa por espacio de unos 30 minutos, cuando observemos que se despega facilmente de las paredes de la sartén o tartera, apartamos del fuego y volcamos sobre una fuente. Tapamos con papel film "a piel" (en contacto con la masa de croqueta) para evitar que nos haga costra y dejamos enfriar. Una vez fría llevamos al frigorífico para que coja consistencia durante unas horas.

Pasado ese tiempo vamos formando las croquetas, a mi me gusta hacerlas a mano, es algo con lo que disfruto mucho pero podéis ayudaros con dos cucharas.

Y después rebozamos pasándolas por harina, huevo batido y pan rallado en ese orden.

Freímos en abundante aceite caliente, no hay que freír muchas a la vez si no el aceite perdería calor y no nos saldrían crujientes, escurrimos el exceso de aceite colocándolas sobre papel absorvente y sólo nos queda disfrutarlas.
Con todas las que nos sobren, las congelaremos, mañana os cuento la mejor forma de hacerlo para evitar que se nos rompan.