Magdalenas de coco y piña

Estaba ordenando la despensa y del fondo de un armario salió una lata de piña natural a punto de caducar, un paquete con un poco de coco rallado que me quedó de hacer unas trufas estas navidades y en el frigorífico había un yogurt de coco ansioso porque alguien se acordara de él y le diera uso.

Y me dije, una de dos, o lo vuelvo a meter en el fondo del armario o busco que hacer con esto, y como estaba ordenando no era plan de volver a dejar todo como estaba. Me fui al portátil a hacer eso que mi madre llama “meterse en el internet”.

Y di con el blog de Nati y allí me encontré una receta estupenda de Magdalenas de coco y piña y me dije, esta es la mía y de paso estreno el molde Lékué que me regalaron por mi cumpleaños.

Me he inspirado en la receta de Nati para hacer estas magdalenas, he variado algo las cantidades que ella da y he añadido un ingrediente más.

Con estos ingredientes os saldrán 6 magdalenas de buen tamaño.

Ingredientes

125 gramos de piña al natural (4 rodajitas)

1 yogurt de coco o piña (yo usé de coco)

40 ml aceite de oliva

1 huevo

60 gramos de coco rallado

100 gramos de azúcar

150 gramos de harina

½ sobre de impulsor químico (tipo royal)

2 c/s ron moreno

Meterse en faena

Precalentamos el horno a 180 ºC,  con aire, si tenéis aire, si no, arriba y abajo.

Picamos muy finamente la piña y reservamos.

Mezclamos la harina con el coco y el impulsor químico

En un bol batimos el huevo, cuando este bien batido añadimos el yogurt, el azúcar y el aceite, batimos bien y terminamos incorporando la piña. Poco a poco le vamos añadiendo la mezcla de harina y coco hasta tenerlo todo bien integrado, acabamos la masa poniéndole las dos cucharadas soperas de ron que le dará un toque muy especial.

Yo usé unos moldes de silicona y no he necesitado usar cápsulas de papel para el horneado, si las vais a usar simplemente disponer las capsulas en los moldes de magdalenas y rellenar hasta 2/3 de su capacidad. También podéis  optar por hornearlo tipo bizcocho.

Hornear hasta que suban y se hayan cocido completamente, tardará unos 20 minutos. Para asegurarnos que están completamente cocinadas pincharemos con un palo de brocheta y si sale limpio es que están.

El olor que desprenden al hornearlas es absolutamente maravilloso, son muy esponjosas, no son nada pesadas, no son muy dulzonas porque la piña le aporta un poco de acidez. Son simplemente maravillosas, nos han encantado.

 ¿Os apetece una?