Trenza de hojaldre con jamón de york y queso

Volver a hacer frente a las obligaciones habituales después de disfrutar de un largo fin de semana se hace un poco cuesta arriba, por eso los lunes nos resultan muy antipáticos a todos en general. Al final del día estamos cansados y por eso os presento esta receta hoy lunes, porque se hace en un momento, está buenísima y nos resuelve una cena en un abrir y cerrar de ojos, con la ventaja que a los niños les encanta, que eso siempre es de agradecer.

Las trenzas de hojaldre son archiconocidas, no vengo con nada nuevo,  creo que no hay un blog de cocina que no tenga alguna en su recetario y me apetecía que Bienmesabe tuviera la suya.

Se pueden rellenar de muchas cosas, dulces o saladas, pero yo fui a lo básico, a complicarme menos que nada y como el día que la preparé estaba con creatividad bajo cero la rellené de los socorridos jamón york y queso, que funcionan muy bien juntos, están muy buenos y nos sacan de mil apuros.

Ingredientes

1 Placa de hojaldre refrigerado

4 lochas de jamón de york grandes

4 lonchas de queso tipo sándwich

1 huevo

Semillas de amapola y sésamo

Meterse en faena

Precalentamos el horno a 220ºC

Sacamos el hojaldre de su envase y extendemos. En el centro colocamos una loncha de jamón de york y con la parte roma de un cuchillo marcamos el ancho del jamón a todo lo largo del hojaldre.

Quitamos el jamón y hacemos cortes en ángulo partiendo de la marca que hemos formado en el hojaldre hacia el borde.

Una vez tengamos las tiras cortadas colocamos dos lonchas de jamón de york sobre el hojaldre, sin que sobresalgan del mismo y dejando un borde mínimo para poder cerrarlo, encima colocamos el queso y cubrimos con más jamón de york.

Para cerrar la trenza simplemente doblamos el pequeño borde sobre el relleno, colocamos encima los dos triángulos que nos habrán quedado en las esquinas y comenzamos a cerrar las tiras alternando el lado hasta cerrar completamente la trenza. Es más difícil de explicarlo que de hacerlo, francamente.

 

Pintamos con huevo batido y pinchamos con un tenedor para que no suba mucho, espolvoreamos con las semillas y llevamos a la placa de horno levemente engrasada. Como ya os he comentado en otras recetas yo no uso papel  sulfurizado para hornear el hojaldre, el hojaldre necesita calor para subir y al estar en contacto directo con la placa de metal sube mejor. Es una costumbre que tengo pero si os gusta hornearlo con el papel eso es a vuestra elección.

Metemos al horno y bajamos la temperatura a 200ºC, horneamos hasta que esté bien dorado y haya subido, entre 20 y 30 minutos, dependerá del horno.

Sacamos y dejamos atemperar un poco antes de cortarlo si no se derramaría todo el queso fundido.

Más fácil imposible y buenísimo, no me digáis que no.