Galletas rústicas de naranja confitada y almendras

No suelo hacer galletas muy a menudo, me gusta prepararlas y comerlas pero la verdad, siempre que hago algo dulcecito termino por poner en marcha otras elaboraciones antes que unas galletas, no sabría deciros el motivo, supongo que es sólo por costumbre.

Tenía en el frigorífico unos restos de naranja confitada que me quedaban de cuando preparé el roscón de este año y quería darle salida para despejar la nevera. Como no soy una galleteadora experta estuve leyendo muchas recetas de galletas de naranja y almendra (que también me quedaba media bolsa del susodicho roscón) y finalmente terminé por hacer lo que hago muchas veces, me lío la manta a la cabeza y me encomiendo a todo lo que se me ocurre y hale, a improvisar.

Me he basado bastante en esta  receta de TVE pero he hecho algunos cambios, como eliminar el zumo y añadir a cambio la naranja confitada. Si os soy sincera estaba un poco preocupada por el resultado, ya sabéis que la repostería no es el campo donde más cómoda me siento pero en casa nos encantaron y me llevé unas cuantas a una excursión y la verdad es que volaron en poco tiempo, así que doy fe que las galletas salen muy ricas.

Me gustan mucho estas recetas en las que apenas se mancha nada, que son muy fáciles de hacer y el resultado es óptimo, me gusta la simplicidad y estas galletas cumplen todos esos requisitos. Le dí un acabado rústico (de ahí el nombre que le he dado) con una decoración de las que nos haría nuestra abuela, me gusta como han quedado. Son unas galletas crujientes por fuera y tiernas por dentro, os las recomiendo y si no tenéis naranja confitada sustituirla por zumo de naranja y ralladura de naranja.

Con una buena infusión, un libro interesante y estas galletas se necesita poco más para pasar una tarde apacible y serena.

Ingredientes para unas 16-18 unidades 

1 Huevo
100 G azúcar moreno
65 G naranja confitada
65 G Almendra a cubitos
30 G mantequilla derretida
200 G harina

Para el acabado

Naranja confitada
Almendra a cubitos

Meterse en faena

Mezclamos el huevo con el azúcar y batimos bien hasta que blanqueen y obtengamos una especie de crema.

Añadimos la almendra, la naranja confitada muy picada y movemos. Incorporamos la mantequilla derretida y el harina. Como dato orientativo he puesto unos 200 gramos, aunque harina hay que echar la que admita hasta que obtengamos una masa que no se pegue a la superficie de trabajo y que sea consistente pero sin estar del todo dura.

Cortamos una hoja de papel film y formamos un rulo con la masa de galletas, envolvemos muy apretado en el film y cerramos a modo de caramelo. llevamos al frigorífico por espacio de unas 2 horas hasta que enfríe bien o dejamos en el congelador unos 30 minutos.

Precalentamos el horno a 180ºC. Cuando la masa esté firme sacamos del frigorífico y con un cuchillo bien afilado cortamos rodajas de un centímetro de grosor, al cortarla quedará en forma un poco rectangular, podéis redondearlas con las manos aunque no conviene manipular mucho la masa para que no ablande.

Espolvoreamos con almendra a cubito, presionamos un poco para que se quede bien pegada a las galletas y también ponemos un poco de naranja confitada a daditos pequeños.

Horneamos hasta que se doren, tardarán entre 10 y 14 minutos, dependerá de vuestro horno, no deben estar muy tiernas al sacarlas, deben tener la superficie dura. Dejarlas enfriar sobre una rejilla completamente antes de comerlas.

Son absolutamente deliciosas, es de las recetas que a mi me gustan, sólo se mancha un bol,  unas barillas y un cuchillo. Si lo preferís podéis extender la masa entre dos papeles de hornear y cortar con un cortapastas pero a mi me gusta mucho este aspecto rústico de galleta de la abuela que le deja cortarlas a cuchillo.

Son muy crujientes por fuera y tiernas por dentro, en casa y entre los amigos han triunfado y os animo a probarlas porque se que os van a encantar. Y os invito a conocer mi página de Facebook.