Naranjas confitadas y Feliz Año Nuevo!!

Muy Feliz Año Nuevo a tod@s, os deseo de corazón que el 2015 sea un año lleno de luz, de motivos para celebrar y de momentos felices. Deseo que todo lo que nos tenga deparado este año que recién estrenamos sea bueno, que el lado feo de la vida no nos toque y que siempre tengamos ganas de cocinar algo con cariño para nuestros seres queridos.

Mi deseo personal, además de salud, trabajo y amistad es seguir construyendo este pequeño espacio con ilusión, incentivada por todo lo bueno que veo en los blogs amigos y por vuestra afectuosa compañía. Un largo viaje comienza dando un primer paso, y mi propósito de hacer crecer Bienmesabe sólo se puede poner en marcha con una primera receta en este 2015 y he escogido unas sencillas pero deliciosas naranjas confitadas.

Esta es una forma tremendamente sencilla de conservar fruta, yo las he preparado pensando en usarlas para un Roscón de Reyes, pero también se pueden recubrir de chocolate negro y quedan absolutamente deliciosas.

Para hacerlas he seguido la receta de mi buena amiga María José del blog Maricacharros que os animo a todos a visitar si no lo conocéis porque María José hace que te sientas como en casa en su cocina y ella además de una estupenda cocinera es una maravillosa persona que merece mucho la pena conocer.

No os voy a dar cantidades para esta receta, yo sólo he confitado una naranja porque lo hice pensando en el Roscón pero aguantan hechas varios meses así que si os apetece podéis elaborar una gran cantidad de una sola vez. Se conservan muy bien en el frigorífico tapadas con papel film y hay quien las deja en su propio almíbar.

Ingredientes

Naranjas
Agua
Azúcar

Meterse en faena

Preparamos un almíbar a partes iguales de agua y azúcar, ponemos en un cazo y calentamos hasta que el azúcar disuelva. Lavamos y frotamos bien la piel de naranja, secamos y cortamos las puntas, que descartamos. Laminamos la naranja a rodajas de medio centímetro de grosor. No conviene hacerlas muy finas si no se nos romperán.

Introducimos las rodajas de naranja en el almíbar y dejamos cocer suavemente por espacio de una hora u hora y cuarto. Hay que procurar que las naranjas estén cubiertas y cada cierto tiempo hay que darles la vuelta para que confiten por igual por ambos lados, hay que moverlas con mucho cuidado para que no se rompan.

Cuando estén cocinadas apagamos del fuego y aunque María José no lo comenta yo las dejé en su almíbar por espacio de 6 horas para que enfriaran lentamente. Una vez bien frías sacamos y colocamos en una rejilla con una bandeja debajo para que se escurran totalmente y queden secas.

Ya las tenemos listas para disfrutarlas, bien en un postre, con chocolate, en el roscón o tal cual, que he de confesar que alguna me he zampado mientras hacía las fotos y es que están deliciosas.

Y os recuerdo que Bienmesabe tiene página en Facebook y que me encantaría contar con vuestra compañía.