Brochetas de gambas con salsa de cilantro

El chef con el que trabajo en ocasiones es un apasionado de la cocina thai y me está enseñando muchas cosas de esa cocina, hasta ahora para mi totalmente desconocida. Desde luego, si viera estas brochetas de gambas posiblemente arrugaría el bigote y me diría que esta salsa es para la ensalada de mango, pero que queréis que os diga, yo siempre voy tomando atajos para facilitar las cosas en casa.

El cilantro es una hierba parecida al perejil con un intenso olor, muy característico, que aunque en España tiene poco arraigo gastronómico es un imprescindible en la cocina latinoamericana (es casi un pecado un ceviche sin cilantro) y en la cocina asiática. A mi me gusta mucho su sabor aunque se que no despierta la misma pasión en todo el mundo.

La salsa que os presento es una adaptación de la receta original thailandesa que me han enseñado a hacer, básicamente he suprimido algunos ingredientes y he sustituido otros, la original lleva salsa agridulce, salsa de pescado, zumo de lima, salsa de soja...Cosas que en mi casa no suelo tener y que sinceramente no iba a comprar sólo para esta receta ya que dudo que fuera a darle muchos usos, así que he optado por hacer algunos cambios y el resultado es también muy bueno, de lo contrario no me atrevería a dejaros la receta.

Una de las características de esta salsa es que no lleva nada de materia grasa, ni medio gramo de ningún tipo de aceite, lo que la hace ideal para personas que estén cuidando un poco su linea, y su sabor es muy curioso porque es una mezcla ácida, picante y dulce, todo a la vez. Si sois atrevidos o curiosos probadla porque os va a sorprender.

Ingredientes para 2 personas

500 gramos de gambas de buen tamaño
 Ajo en polvo
Sal
Aceite de oliva

Para la salsa

1 manojito de cilantro
1 c/s salsa perrins
1 c/s azúcar
Zumo de 1/2 limón
Tabasco
Agua
Sal

Meterse en faena

Yo compré unas gambas que venden en Mercadona, en la pescadería, que es gambón congelado que tiene bastante tamaño, claro que si tenemos oportunidad con una buena gamba fresca nos saldrían mucho mejor, pero ese día no había mucho dónde escoger en el mostrador y el resultado a sido bueno. Pelamos las gambas, guardamos las cabezas y las pieles para hacer un fondo otro día y las insertamos en un palo de brocheta. Al pelarlas dejamos el trocito final de la cola que hace bonito.

Ponemos un poco de sal a las gambas y un poco de ajo en polvo y en una sartén caliente con unas gotas de aceite hacemos simplemente a la plancha, procuramos cuajarlas solamente, sin pasarlas si no se nos quedarían secas.

Para la salsa, ponemos todos los ingredientes descritos en el vaso de la batidora y batimos muy bien, probamos y podemos potenciar más el dulzor, el picante o la acidez, aunque realmente esta salsa ha de ser equilibrada sin que destaque especialmente uno sobre los otros.

Yo las acompañé de una buena ensalada refrescante verde de canónigos, pepino y tomates, estas brochetas están buenísimas, son ideales si estamos a dieta, es una cena ligera y completa y la salsa nos sirve perfectamente como aliño también de la ensalada y aguanta muchos días preparada en el frigorífico y más fácil no puede ser ¿o si?.
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