Me encantan estas albóndigas, a mi chico y mi sobrina María
también. A ellos les gustaría que las hiciera más a menudo pero me da un poco
de pereza enredarme con ellas a veces, no son difíciles de hacer pero si llevan
varios pasos y cuando hago voy repartiendo fiambreras para mis sobrinos, mi
madre, para que en casa nos queden congeladas para algún día, total, que el día
que hago albóndigas hago muchísimas.
Las albóndigas en salsa son un plato muy tradicional,
supongo que en todas las familias se hacen y por eso es la receta que es
escogido para presentarla al concurso de recetas que organiza Lila y sus recetas de cocina
si alguno os queréis animar a participar,
todavía estáis a tiempo, podéis leer las bases del concurso en este enlace concurso de recetas
Os doy las cantidades para medio kilo de carne, con esas
cantidades saldrán unas 24-28 albóndigas, depende del tamaño que las hagáis.
Estas son unas albóndigas suaves y tiernas, no me gustan nada las albóndigas de
carne secas y duras y estas son muy agradables de comer ya que dejaremos una masa blandita.
Ingredientes
500 Gramos carne picada (mitad cerdo y mitad ternera)
2 Cebollas tiernas
medianas
1 manojito de perejil
2 dientes de ajo
250 gramos tomate triturado
200 gramos de guisantes congelados
2 huevos L
3-4 c/s pan rallado
Harina
1 copa brandy
1 copa vino blanco
Piñones
Sal
Pimienta
Azúcar
Agua
Meterse en faena
Ponemos la carne picada en un bol amplio, pelamos una cebolla
tierna y la rallamos con la parte gruesa del rallador. Pelamos los dos dientes
de ajo y los rallamos por la parte fina. Picamos finamente el perejil y se lo
incorporamos. Salpimentamos, añadimos un puñadito de piñones, movemos bien y
tapamos con papel film. Guardamos en el frigorífico y dejamos reposar entre 8 y
14 horas. Yo suelo prepararlo por la noche para cocinarlas al día siguiente.
Maceramos la carne salpimentada toda la noche junto a la cebolla, el ajo, perejil y piñones |
Pasado el tiempo de reposo, sacamos del frigorífico, le
cascamos dos huevos y echamos 3 ó 4 cucharadas soperas de pan rallado. Movemos
bien, debemos dejar una masa que se pueda trabajar con las manos pero que no
esté dura. Tal vez haya que añadir un poco más de pan rallado, depende del
tamaño del huevo, de lo grande que fuera la cebolla, de la pieza de carne que
nos picó el carnicero (unas son más secas que otras).
Le añadimos los huevos y el pan rallado, dejando una masa jugosa |
Cuando todo esté muy bien
mezclado, nos humedecemos ligeramente las manos y vamos formando las albóndigas
y las pasamos por harina, sacudimos el exceso y freímos por tandas en abundante
aceite caliente.
Formamos las albóndigas y rebozamos en harina |
Yo prefiero usar un cazo para freírlas en vez de una sartén,
así el aceite las cubre totalmente y me ahorro tener que ir dándoles la vuelta.
Cuando estén doradas, sacamos a una fuente y reservamos.
Ponemos una olla grandecita al fuego y usaremos el mismo
aceite donde hemos frito las albóndigas, lo pasaremos por un colador para no
coger los restos de harina. No volcar nunca del todo sino nos caerá mucho poso
de harina que nos estropearía el plato.
Freimos en abundante aceite de oliva caliente |
Una vez fritas reservamos en una fuente |
Picamos finamente a brunoise una cebolla tierna y ponemos a
pochar con un poco de sal a fuego suave. Como el aceite por mucho que lo
hayamos colado va a tener restos de harina, conviene mover continuamente la
cebolla para que no se nos agarre, en realidad vamos a tener que estar moviendo
de forma asidua hasta el final de la receta.
Colamos el aceite de freir las albóndigas a una olla más grande y pochamos la cebolla partida a brunoise |
Cuando la cebolla se ponga transparente le añadimos el tomate
triturado, le ponemos un poco de azúcar para matarle la acidez del tomate.
Tapamos la olla y cocinamos a fuego suave hasta que el tomate haya frito, le
añadimos entonces los guisantes, damos unas vueltas y le ponemos el brandy y el
vino, subimos fuego y dejamos que el alcohol reduzca.
Freimos el tomate y luego añadimos los guisantes, rehogamos y ponemos el brandy y el vino blanco |
Metemos las albóndigas en la salsa y cubrimos de agua,
cocemos a fuego suave, con olla tapada hasta que la salsa reduzca un poco y engorde
(entre 20 y 30 minutos). No olvidar de ir moviendo para que no se agarre al
fondo de la cazuela.
Yo siempre las sirvo con patatas fritas, aunque un poco de
arroz cocido o pasta también le van bien.
Espero que os guste esta receta, es una de mis recetas
favoritas y os la dejo con todo el cariño.
Una maravilla de albóndigas y la salsa riquísima. Es uno de mis platos preferidos, te han quedado muy jugosas y tiernas, yo no me veo harta de comerlas. Que buenas!!
ResponderEliminarUn beso.
A mi también me encantan Lola, lo que no me gusta tanto es estar horas haciendolas, aunque el resultado merece mucho la pena. Besos y feliz puente!
EliminarChuasaaaaaaaaaaaa !!!!
ResponderEliminarque plato me comía yo ahora mismito de estos que has preparado
y como dices que haces en cantidad, seguro que algo queda...jjjj
están para chuparse los dedos...!!!
pues si es una de tus recetas favoritas
segurísimo que están riquísimasssss
las fotos lo dicen todo
así que gracias por compartir estas deliciosas albóndigas,
me voy con un hambre..ainsssss dios mío !!!
un buen pan casero para la salsita ...y a disfrutar...
un besazo grandísimo, Puri
Madre mía el pan casero Puri, cuando hice el pan de granja congelé un trozo grande y lo saqué el día que preparé las albóndigas. Con ese pan con tanta miga y esta salsa imaginate el efecto, el pan hacía ssshuuuuppppp y se empapaba de salsa, ains. Me está dand hambre de acordarme. Prueba un día esta receta para esas comilonas campestres que te haces que ya verás como triunfas. un besazo y feliz puente!
EliminarCon lo que me gustan las albóndigas, y lo que me cuesta hacerlas. En ese aspecto pienso como tú. Luego una vez hechas, no duran nada de nada en la mesa. Por un lado, te da satisfacción que no quede nada, pero por otro, un poco de pena. Así es la vida de la comida, breve, pero intensa. Muy buenas tus albóndigas. Un beso guapa de Sal dorada.
ResponderEliminar¡Hola Gemma!, ay si, ese es el mal de los cocineros, estar horas preparando algo para que se acabe en un abrir y cerrar de ojos. La verdad es que cuando voy repartiendo fiambreras y veo sus caras me compensa el trabajo realizado y es que estan tan ricas que se les perdona todo. Un beso!
EliminarSon un poquillo entretenidas pero estan tan ricas!! La pereza no debe privarnos de comer esta delicias. Bs.
ResponderEliminarjulia y sus recetas.
Es verdad Julia que la pereza no debería privarnos de estas cosas, son platos muy laboriosos pero en realidad todo lo que merece la pena conlleva un esfuerzo :). Besos!
EliminarAlbóndigas, uno de mis platos favoritos. Me gustan de cualquier manera. Te han quedado estupendas!!!
ResponderEliminarGracias Maribel!, ya vi tus albóndigas con pescado que decían cómeme, yo no tengo costumbre de hacerlas con pescado, tengo que estudiar bien tu receta a ver si un día me animo. Besos!
EliminarUna receta tradicional y muy rica, yo le hago la misma salsa y a la masa le pongo una miga de pan mojada en leche, pero no le pongo piñones, lo probaré en la próximas. Besos maricacharros.
ResponderEliminarNunca he probado a hacerlas con miga de pan y leche y me imagino que quedaran incluso más jugosas que cómo yo las hago. Me acostumbré a hacerlas con pan rallado y me funciona, tengo que probar tu forma de hacerlas. A mi me gustan mucho los piñones y me gusta encontrarme alguna en las albóndigas, le dan un sabor muy especial. Un beso!
EliminaraRbondigas de la Chusa oleeeeeeeeeeeeee que ricas niña!! a pesar de comer siempre sin pan, por el bien de mi culo, ahora me liaba a sucar pan en esa salsita , que rica niña. me encanta.
ResponderEliminarmuakaaaaaaaaaaa besote grande