Comenzamos la semana con un aperitivo, los mejillones
rellenos, más conocidos como tigres. Estos mejillones son un imprescindible en
muchos bares de Murcia, y esta receta va dedicada a mi cuñada Nuria, que cuando
los probó una noche tapeando en La Plaza de las Flores se quedó absolutamente
enamorada de ellos.
He de reconocer que no los hago muy a menudo, no son difíciles
de hacer pero sí dan un poco de trabajo porque llevan varios pasos, pero están tan
buenos que merece la pena de vez en cuando enredarse con ellos.
La gracia de los tigres es su puntito picante, le aporta una
chispa muy especial y es la característica principal de este aperitivo.
Con las cantidades que os doy a mí me han salido 16 tigres,
dependerá un poco del tamaño de las conchas, los que yo compré eran más bien
pequeños de tamaño aunque muy buenos de sabor.
Ingredientes
Para el sofrito
600 gramos mejillones
1 cebolla grande
2 c/s salsa tomate
Tabasco
Para la bechamel
½ litro leche
50 gramos mantequilla
2 c/s colmadas de harina
Pimienta blanca molida
Nuez moscada
Para el rebozado
2 Huevos
Pan rallado
Harina
Y también
Sal
Aceite de oliva
Agua
Meterse en faena
Comenzamos limpiando los mejillones. La mejor forma de
hacerlo es bajo el chorro de agua del grifo y retiramos todas las impurezas que
nos sean posibles.
Compré una malla de 1 Kg pero una parte la tomamos simplemente
al vapor con una cervecita fría, que a mi chico le chiflan. Calculo que para
esta receta reservé algo más de la mitad, unos 600 gramos.
Una vez limpios los ponemos en una olla con un chorrete de
agua y los llevamos al fuego, tapados para que abran pronto. En cuanto abran
hay que sacarlos, si no el gajo comenzará a mermar y se quedarán secos. Separamos
las valvas, retiramos la carne y quitamos los pelillos que puedan tener y reservamos los gajos
cubiertos con agua de su cocción para que no se resequen.
Lavamos a conciencia las conchas y hervimos con agua y un
chorro de vinagre para eliminar cualquier impureza que puedan tener. Una vez
hervidas ponemos en una escurridera y reservamos. Hay que llevar cuidado al
manipular las conchas ya que es fácil cortarse con ellas, uno de mis dedos da
fe de ello.
Pelamos y picamos finamente una cebolla, echamos en una sartén
con un fondo de aceite y pochamos a fuego lento, añadimos un polvo de sal para
ayudar a sudar. Mientras la cebolla pocha picamos la carne de los mejillones y
la incorporamos a la cebolla cuando esta esté transparente, damos unas vueltas
y añadimos dos cucharadas soperas de salsa de tomate y unas gotas de tabasco. ¿Cuánto
tabasco?, pues va a gustos, no tienen que estar rabiosos pero sí picantitos, yo
le puse4 ó 5 gotas. Reservamos el sofrito.
El siguiente paso es preparar la bechamel, en un cazo
disolvemos 50 gramos de mantequilla y cuando haya fundido añadimos 2 cucharadas
soperas colmadas de harina, movemos bien para matarle el sabor a harina cruda y
añadimos ½ litro de leche que habremos calentado en el microondas. Sazonamos
con sal, pimienta blanca molida y nuez moscada. Hay quien le gusta añadir a la
bechamel parte del agua de cocción de los mejillones, yo no tengo costumbre de
hacerlo pero os dejo esa idea por si os gusta un sabor más intenso a marisco. Eso
sí, el agua habría que pasarla por un colador para eliminarle posibles
impurezas. Me gusta dejar una bechamel
cremosa, a veces me han servido unos tigres que tenían la bechamel muy
consistente y dura, el mejillón queda más bonito porque se le puede dar mucho
volumen pero es mucho más seco y empachoso de comer.
Disponemos las conchas en una fuente y vamos rellenando los
mejillones, primero le ponemos una cucharada del sofrito y cuando la bechamel
haya atemperado un poco y cogido más consistencia se recubren con ella. A mi me ha sobrado un poco de bechamel que he congelado para próximas recetas.
Llevamos al frigorífico para que cojan cuerpo antes de empanarlos.
Se empanan con el procedimiento tradicional de pasar por
harina, huevo y pan rallado, en ese orden, como los tigres sólo van empanados
por la parte del relleno la forma más rápida y limpia de hacerlo es cogiendo el
mejillón con una mano y con la otra echándoles un polvo de harina, con una
cuchara regamos de huevo y con la mano otra vez empolvamos de pan rallado,
sacudimos con cuidado para eliminar el exceso de pan rallado. Freímos en
abundante aceite de oliva bien caliente, hay que freírlos colocándolos por la parte empanada,
dejando las conchas hacia arriba. Ponemos sobre papel absorbente para
eliminarles el exceso de aceite y servimos muy calientes.
Son deliciosos, llevan un poco de trabajo pero merecen mucho
la pena.
Me encantan los mejillones tigre como aperitivo, es uno de mis preferidos. Quedan estupendos para el picoteo y suelen gustar a todo el mundo, a mí la primera.
ResponderEliminarBss y que tengas una buena semana.
Hola Maria Dolores, la verdad es que unos tigres bien hechos son una verdadera delicia. Un beso y feliz semana también para ti.
EliminarHola Chusa, no he comido nunca este aperitivo, me imagino que deben estar riquísimo, no me extraña que tu cuñada se haya enamorado de ellos. Me llevo la receta y seguro que caerán.
ResponderEliminargracias por participar en el sorteo y traerte el logo al bog.
tu nº de participación es el 5. Muchas suerte !!!
Hola María, de acuerdo, me apunto el 5, me gusta ese número. Te animo a que pruebes un día los tigres estan deliciosos, estoy segura que te encantarán. besazos!
EliminarSiempre me he preguntado cómo se harian los tigres, gracias Chusa!!! se parecen a las empanadillas un poco en la elaboración quizás?!! este finde hice unas empanadillas ricas ricassssss
ResponderEliminarHola Pilar, las empanadillas y los tigres llevan sofrito, pero por lo demás yo no les encuentro mucho parecido, uno va empanado y otros en masa. me alegro que esta receta te haya servido para resolver esa duda XD. Mándame foto de esas empanadillas que has hecho, me encantaría verlas. Besazos!
EliminarMe encantan los tigres, la pena es que requieren mucho tiempo, pero el resultado es fantástico.
ResponderEliminarBesos.
Hola Ra!, si, llevan tiempo y trabajo pero estan tan ricos que merece la pena ponerse alguna vez a hacerlos. Besos!
EliminarEn Almeria tambien la ponen en algunos bares como tapa, pero nuca como los hechos en casa. Es verdad que son un poco elaborados, pero como tu dices merece pena hacerlos de vez en cuando. Te han quedado perfectos. Besos maricacharros.
ResponderEliminarDan trabajito sí, yo los hice en dos días, un día los limpié, cocí, y lavé y herví las valvas y al día siguiente preparé la receta. Con lo que se tardan en hacer y lo poco que duran en la mesa jajajaja. besos!
EliminarChusa un doble descubrimiento este deliciosa receta y tu blog!! Maravillosos!!
ResponderEliminarBss
Hola Tere, bienvenida a este pequeño rincon donde voy mostrando lo que se cuece en mi cocina. Me alegro que te haya gustado esta receta y que gracias a ella hayamos contactado, ahora me paso a hacerte una visita. Besos!
EliminarUmmmmmm deliciosos¡¡¡¡ y es verdad, desaparecen enseguida¡¡¡, besos
ResponderEliminarSi jajajaja, mucho rato dándole a la cuchara de madera para luego un visto y no visto!!!!. Besos!
EliminarPuedes creerte que me encantan y que aún no los he hecho nuinca en casa?? me los como el vares y restaurantes y luego no me acuerdo de hacerlos... soy un caso, gracias por recordarmelos., te han quedado muy ricos.
ResponderEliminarBstos.
Juklia y sus recetas.
Hola Julia, eso pasa a veces, hay cosas que siempre como fuera y nunca me pongo a hacerlo, a mi me ocurre con las gambas en gabardina, nunca las hago en casa y tampoco tienen mucha complicación ( a ver si esto me sirve de recordatorio para hacerlas un día). Espero que con esta receta te animes un día, que me encantaría ver tu versión. Besos!
EliminarTe han quedado divinos Chusa!!! Me llevo unos poquitos, je, je
ResponderEliminarSe ven deliciosos!!!
Y además lo has explicado divinamente!! Un post de 10
Muchos besito a guapa:-)
Muchisimas gracias Nines, me costó mucho redactar esta receta porque son varios pasos y no quería que quedara liosa, estoy contenta de cómo ha quedado y de los tigres ni te cuento, estaban buenísimos, te he guardado unos poquitos :). Besazos preciosa.
EliminarHola Chusa !!!
ResponderEliminaracabo de ver tus tigres y me han dado unas ganas locas de comerlos...
están riquísimos, éste es uno de los platos favoritos de mi hijo...
su elaboración un poquito pesada pero como bien dices...
un día preparamos el mejillón y el siguiente la elaboración de relleno...
merece la pena hacerlos...están tan ricossss....
a mí siempre me los regalaba María, una persona buenísima y que trabajaba en
un Rte. familiar y cuando los preparaba para las bodas u otras celebraciones siempre me
guardaba un plato de ellos, solamente los dejaba para freirlos y así me los comía calentitos...
que ricos y que buen recuerdo...
yo los elaboro mezclando el relleno con la bechamel, nunca los he probado por separado,
la próxima vez los haré como tú, ya te contaré.
Te han quedado con un colorcito precioso...
un besazo, Puri
Hola Puri!!!, que bonita historia la tuya con María y los tigres, hay personas que son un verdadero encanto y que hacen que se recupere la fé en el ser humano que a veces, visto lo visto, es facil perderla. Yo nunca los he comido todo mezclado, en Murcia se sirven diferenciando ambos rellenos y siempre los hago como explico en esta entrada. Un día tengo que probar como dices tu. Besazos guapísima!
ResponderEliminarUna pinta increible. Que hambre me ha entrado!!
ResponderEliminarUna de mis recetas favoritas. Me apunto la tuya ;)
ResponderEliminarSiempre que salimos de picoteo pido unos tigres, ahora ya los podré hacer en casa, qué bien!!
ResponderEliminargracias por compartir, te han quedado geniales.
Un beso.