Bollos suizos

Hace mucho tiempo que no publico una receta de bollería, entre mi ajetreado verano laboral y mi horno roto casi se me olvida lo bueno que es desayunar algo horneado por nosotros mismos y huir de la bollería industrial a la que tan poco cariño le tengo.

Hay muchísimas recetas de bollos suizos, yo he leído diversas variantes, todas contienen básicamente los mismos ingredientes pero en distintas proporciones, como el mundo de la repostería no es el mío, yo empecé a usar una receta que leí en una revista y que nos ha encantado, nos ha gustado tanto que no he probado otra. Estos bollos son muy tiernos y la masa muy blandita, con lo cual no nos quedaran con mucho aspecto de bola, se asemejan más a una torta, pero de sabor son deliciosos.

También les he dado mi pequeño toque personal (lo se, lo se, no puedo estarme quieta) y los he perfumado un poco con esencia de naranja, la receta original no lo lleva y no es estrictamente necesario usarla.

Antes de daros la receta es importante que os comente una cosa, este tipo de bollería casera, que no contiene conservantes ni estabilizantes ni otras gaitas aguanta bastante mal el paso de las horas, recién hechos es cuando están más buenos. Para conservarlos mejor yo los guardo en una bolsa de plástico cuando ya están totalmente fríos y guardo la bolsa en una lata de metal. Otra parte los congelo una vez fríos y los voy sacando conforme los necesito. A mi no me gusta descongelarlos en microondas porque quedan muy húmedos, pero se puede hacer.

Ingredientes para 6 bollitos

2 huevos +1 para pintar
290 G harina de fuerza
90 G leche
25 G levadura fresca
90 G mantequilla
100 G azúcar+50para acabar
6 G sal
Esencia de naranja (opcional)
Agua de azahar

Meterse en faena

Calentamos levemente la leche, no demasiado si no mataríamos la levadura, en un pequeño cuenco sacamos unas cucharadas de leche y desleimos en ella la levadura, reservamos.

Ponemos la mantequilla partida a dados, el azúcar y la leche restante en un bol y batimos muy bien hasta que el azúcar haya disuelto por completo, entonces añadimos los huevos que batimos enérgica mente para integrarlos y la mezcla de leche y levadura que teníamos reservada. Nos va a quedar una mezcla de aspecto grumoso, parece que está cortado, es así como se ve, no os preocupeis que no se os ha puesto malo.

No está cortada, es así como debe ser

Mezclamos la sal con la harina y la añadimos al bol, con ayuda de las barillas manuales movemos muy bien, es el momento de añadir la esencia de naranja si lo deseáis, os recuerdo que la receta original no la lleva pero a mi me gusta el sabor que le aporta. Movemos bien hasta formar una pasta blanda y pegajosa.

Aspecto de la masa antes de reposarla

Tapamos con papel film (yo uso un gorro de ducha que tengo sólo para reposar las masas) y dejamos en un lugar cálido de la cocina hasta que doble su volumen, el tiempo dependerá de la temperatura ambiental, pero en estas fechas tardará mínimo una hora (yo la tuve casi 2).

Transcurrido ese tiempo podemos formar nuestros bollos. Como esta masa es muy blanda la mejor manera de trabajarla que he encontrado es untar la superficie de trabajo con aceite vegetal (de girasol o especial repostería) y untarme también las manos con una buena capa de aceite. Volcamos la masa en la superficie de trabajo engrasada.

Como se ve es una masa muy blanda

Intentamos formar un rulo, no hay que aplastarla ni manipularla mucho. Cortamos 6 porciones. En una placa de horno forrada con papel de horneado depositamos la masa, intentamos darle aspecto redondeado y las colocamos bastante separadas entre sí ya que crecen mucho.

Reposamos nuevamente hasta que vuelvan a doblar su volumen. Entonces con un cuchillo afilado hacemos un corte en el centro de los bollos,  batimos un huevo y pintamos con él todos los bollos. En un cuenco mezclamos el azúcar restante junto a unas gotas de aroma de azahar y los espolvoreamos sobre los suizos.

Horno precalentado 230 ºC, calor arriba y abajo. Horneamos por espacio de unos 12 minutos, en el horno seguirán creciendo y cogerán más volumen.

Como veis es una receta relativamente sencilla, la masa al principio me volvió loca, una vez le añadí mas harina para que fuera más consistente y salieron más duros y nos gustaron menos. Teniendo la precaución de untar la mesa y las manos con aceite no os debe dar problemas hacer esta receta. Son absolutamente deliciosos, recién horneados están buenísimos, muy esponjosos, nada pesados. Se han convertido en nuestro desayuno favorito.

Y aprovecho para recordaros que en la página de Facebook tenemos un álbum donde ponemos todas las fotos que me envían los lectores con las recetas que han puesto en marcha ¿os animáis a enviarme la vuestra?.