Bizcocho de yogurt con semillas de amapola y glaseado de limón

Hace ya mucho tiempo que no publico una receta de bizcocho, la ultima fue la del bizcocho de zanahoria y coco que desde aquel entonces ya he preparado muchas veces porque es deliciosa. Ultimamente en casa siempre desayunamos tostadas, que tengo que darle salida a la ingente cantidad de mermelada de naranja que hice este invierno, pero el domingo pasado estuve muy aburrida en casa, ya os lo conté en la entrada anterior y mira, aprovechando que el horno estaba encendido para hacer las palmeras de parmesano, preparé un bizcocho también para el desayuno de toda la semana.

No me canso de decir que la receta del bizcocho de yogurt es mi receta de bizcocho favorita, y cada vez me maravilla más la versatilidad de esta receta, siempre os digo que os atreváis a experimentar con las recetas porque haciéndolo encontraremos nuestra combinación favorita de sabores. Ya he publicado dos versiones diferentes del bizcocho de yogurt, el marmolado de naranja y chocolate y el de manzana y hoy os traigo una nueva que le aporta un punto crujiente delicioso por las semillas de amapola y un toque refrescante por el glaseado.

Las semillas de amapola, como todas las semillas, son fáciles de digerir y destacan porque tienen un efecto calmante lo que las convierte en un aliado ideal en estas épocas de estres que todos llevamos. No estoy inventando la pólvora con este bizcocho, existen multitud de versiones de él pero os invito a probarlo y ya me contaréis, en casa nos ha entusiasmado (aunque mi chico sigue prefiriendo el de zanahoria o el de manzana XD)

Ingredientes

4 Huevos
1 Yogurt natural (yo usé con azúcar de caña)
Ralladura de 1 limón
3 medias del vaso de yogurt de harina
2 medidas del vaso de yogurt de azúcar
1 medida del vaso de yogurt de aceite de oliva suave
2 c/s semillas de amapola
1 sobre potenciador químico (levadura tipo royal)

Para el glaseado

Zumo de 1 limón
4 c/s colmadas de azúcar glasé

Meterse en faena

Cascamos los huevos en un bol y los batimos muy bien, añadimos el yogurt y la ralladura de limón sin nada de la parte blanca. En esta ocasión yo he usado un yogurt con azúcar de caña, pero con uno tipo griego también sale genial. Ponemos el azúcar y batimos hasta que notemos que se ha disuelto. En esta ocasión yo usé una medida de azúcar blanquilla y una de azúcar moreno, me gusta mucho el sabor del azúcar moreno, no le puse las dos medidas de azúcar moreno porque no quería que oscureciera mucho la mezcla por si no se veían las semillas.

Mezclamos la harina con el potenciador y tamizamos sobre la mezcla. Es importante el paso de tamizar porque por un lado le metemos aire a la masa y eso hace que el bizcocho suba más y por otro a veces en la harina me he llegado a encontrar pequeñas piedrecillas, así que prefiero tamizarla.

Con ayuda de una lengua integramos bien la harina en la masa, hasta que no tengamos grupos y por último añadimos el aceite y las semillas de amapola. Movemos muy bien hasta obtener una masa suave y uniforme.

Volcamos la masa en un molde, en esta ocasión he usado uno tipo cake que aunque era antiadherente unté con un poco de aceite, si fuera de silicona no necesita que lo engrasemos.

Horno precalentado a 180 ºC, horneamos hasta que se vea dorado, tardará entre 30 y 40 minutos, dependerá del horno que ya sabemos todos que cada uno es un mundo, para asegurarnos que está lo pinchamos con un palo de brocheta y si sale limpio es que ya lo tenemos listo.

Sacamos del horno y dejamos que atempere.

Preparamos el glaseado mezclando el zumo de limón con las cucharadas de azúcar glasé, si queréis un glaseado más blanco y dulce añadir más azúcar pero a mi me gusta que le salga el punto un poco ácido y refrescante del limón. Cuando el bizcocho haya enfriado, desmoldamos y bañamos por encima con el glaseado.

Buenísimo, ideal para el desayuno o para tomar en la merienda. Y os recuerdo que en facebook tengo una página y os invito a conocerla.