Empanada de lomo con pimientos

Después de una semana de locura debido a la mudanza de la oficina de mi chico por fin he podido encontrar un momento para redactar una entrada. Que no esté publicando no significa que no esté cocinando, tengo varias recetas esperando a ver la luz, a ver si durante toda esta semana terminamos todo el trabajo pendiente y por fin puedo sentarme con tranquilidad a escribir y visitar los blogs amigos, que tengo muchas visitas que devolver.

Como os comentaba hace unas semanas he tirado mucho de recetas todo terreno, el pan de jamón me vino genial para ir comiendo a deshoras y esta empanada de lomo con pimientos le hizo compañía en la despensa, junto a una buena sopa de pollo que nos reconfortaba de tanto acarrear bultos, muebles y mercancía.

Ya sabéis que me encantan las empanadas y esta fue todo un descubrimiento la primera vez que la preparé, he variado un poco la forma de hacerla desde aquella primera vez y aunque el lomo de cerdo es una carne un poco seca, de esta manera que os explico quedará tierno y jugosito, y eso es muy de agradecer en un plato que se va a comer frío y lleva masa.

Normalmente suelo hacer esta masa con vino blanco pero en esta ocasión le hice caso a mi queridisima Puri Pastor y la he preparado con cerveza y nos ha gustado mucho el resultado. Os animo a hacer esta empanada porque está buenísima y no da mucho trabajo.

Ingredientes

200 gramos lomo cerdo
2 pimientos verdes para freír
1 cebolla tierna hermosa
8 pimientos del piquillo
Agua de una lata de tomate entero
Sal
Aceite de oliva
1 Huevo

Para la masa

400 gramos de harina
1 vaso de cerveza
1 vaso de aceite de oliva
1 c/s sal
Pimentón

Meterse en faena

Vamos a comenzar a preparar la masa, en un cuenco ponemos la cerveza, el aceite, la sal y un poco de pimentón dulce, movemos bien y añadimos toda la harina de golpe, amasamos hasta integrarlo todo, se tarda menos de un minuto. Tapamos con un paso limpio y dejamos reposar una hora.

Partimos el lomo a tiras y en una sartén con un fondo de aceite lo salteamos hasta que esté simplemente cuajado, sacamos y reservamos. En esa misma sartén añadimos la cebolla partida a juliana y ponemos un polvito de sal para ayudar a sudar. Limpiamos los pimientos verdes de briznas y partimos a finas tiras, las echamos también en la sartén.

Dejamos que vaya rehogando con tranquilidad hasta que esté bien tierno, entonces añadimos el lomo que teníamos reservado, los pimientos del piquillo partidos a tiras y el agua de una lata de tomate entero, yo usé todo el agua de una lata de 840 gramos pero se puede poner menos.

El agua va a tardar bastante en consumir y deberá cocer mucho tiempo, eso nos ayudará a que el lomo quede tierno y no seco. Si lo preferís podéis añadir directamente salsa de tomate pero me veo en la obligación de recordaros que entonces la carne estará bastante seca. Movemos de vez en cuando y dejamos un sofrito seco pero jugoso, no hay que dejarlo con mucha agua sino nos mojará mucho la masa.

Una vez reposada la masa tendrá unos puntitos blancos, es normal, es el efecto de la levadura natural de la cerveza, amasamos de nuevo y dividimos la masa en dos partes, una más grande que otra. Estiramos la parte más grande hasta dejarla finita, la enrolláis sobre el rodillo y la depositais en el molde desmoldable (podéis hacerla cuadrada sobre la placa de horno forrada con papel vegetal), pinchamos con un tenedor y rellenamos con nuestro sofrito.

Estiramos la otra parte de la masa y cubrimos la empanada, sellamos bien el borde haciéndole un cordoncillo, pinchamos con un tenedor y aprovechamos algún resto de masa para hacer alguna decoración que nos guste. Pintamos con huevo batido y llevamos a horno precalentado a 170ºC durante unos 50 minutos.

Absolutamente deliciosa, en casa no quedó ni una miga y os recuerdo que podéis seguirme en Facebook si os apetece.