Bavaroise de fresa, especial San Valentin

Aunque son inciertos los orígenes de San Valentín lo que si se sabe a ciencia cierta, pese a la extendida creencia popular, es que San Valentin no lo inventó El Corte Ingles ni ninguna otra superficie, pero que les vino bien la historia salta a la vista.

Los historiadores no se ponen muy de acuerdo sobre cual es el verdadero origen de esta tradición, si que se baraja como cierto que se remonta a la Antigua Roma, y como no es el propósito de esta bitácora el desentrañar los misterios de la antigüedad no voy a tirar de wikipedia para soltaros aquí una filípica descomunal que justifique en todo o en parte esta receta.

En casa no celebramos San Valentín, si os digo realmente lo que opino de esta fiesta a los muy románticos podría dejaros helados, pero resumiré diciendo que no creo en las demostraciones de amor efímeras de un día, que el amor es algo constante. Y os estaréis preguntando ¿y  por que si no le gusta la fecha hace una entrada sobre ella?, pues porque es una excusa perfecta para hacer una monada en forma de flor, porque se que a muchos lectores si os gusta y porque aunque me niegue a pasar por el aro de Halloween si encima no hago San Valentin me vais a tomar por mucho más rara de lo que en el fondo soy.

Compré estos moldes en forma de rosa hace la friolera de 12 meses, un año esperando en el armario a que los estrenara, los adquirí pensando en usarlos el año pasado para estas fechas y al final acabé haciendo unos bocaditos de San Valentin que no necesitaron molde ni nada que se le pareciera.

La crema bávara o bavaroise son postres realizados básicamente con pulpa de fruta triturada o zumo de fruta, nata montada y gelatina, algunas versiones usan claras de huevo a punto de nieve y son postres que cuajan en frío, como las panna cottas aunque la principal diferencia entre ellas es que la bavaroise usa nata montada y la panna cotta nata cocinada.

Y sin más voy a daros la receta, con estas cantidades a mi me salieron 6 rosas, podéis hacerlas en un molde grande y partirla a porciones al servirla, no es necesario que sean moldes de silicona aunque siempre desmoldarán más facilmente.

Ingredientes

300 gramos de fresas (pesadas ya limpias de hojas)
150 ml nata para montar
4 hojas de gelatina neutra
80 gramos de azúcar
Un poco de agua

Para el coulis de fresas

4 fresas
2 c/s azúcar
2 c/s agua

Meterse en faena

Comenzamos poniendo las hojas de gelatina a hidratar en agua fría.

Limpiamos las fresas de hojas y quitamos también la parte blanca, lavamos bien, secamos y las ponemos en el vaso de la batidora. batimos muy bien hasta conseguir un fino puré.

En un cazo ponemos el azúcar y cubrimos de agua, agua sólo para cubrir el azúcar, dejamos cocer hasta forma un almíbar más bien denso, apartamos del fuego y añadimos las hojas de gelatina rehidratadas bien escurridas y de una en una. Inmediatamente disolverán, cuando el almíbar tenga toda la gelatina añadimos el puré de fresas, movemos bien y reservamos.

Montamos la nata hasta que esté bien firme, como hemos visto en otras ocasiones (como en esta tarta de fresas y nata) la nata para montar debe tener un mínimo de 35% de MG (materia grasa), cuanto más fría esté la nata mejor montará, aconsejo meterla un ratito antes de montarla en el congelador y también las varillas que vayamos a usar. La nata sabemos que está montada cuando pongamos el cuenco boca abajo y la nata no caiga.

Mezclamos la nata con el puré de fresas con movimientos suaves y envolventes para evitar que se nos baje.

 

 Movemos muy suave hasta que ambas elaboraciones estén totalmente integradas y consigamos una mezcla con este aspecto.

 Es hora de volcar la crema bávara en los moldes, yo he usado moldes individuales en forma de rosa, podéis usar un sólo molde, algunos cuencos pequeños, lo que tengáis a mano. Volcamos la mezcla en los moldes, nivelamos y guardamos en el frigorífico mínimo 4 horas aunque mejor de un día para otro.

 Para el coulis de fresa hacemos un almíbar con el azúcar y el agua y añadimos las fresas limpias y cortadas y trituramos, si queréis un colulis pálido como el mio dejad cocer las fresas unos dos minutos en el almíbar. Si lo queréis rojo intenso volcar el almíbar sobre las fresas en el vaso de la batidora y batir.

Para desmoldar la crema bávara es importante calentar un poco el molde con agua caliente para evitar que se nos rompa, yo llené un cuenco con agua caliente y fui poniendo la base del molde dentro y después volqué las rosas a una fuente, no forzar el desmoldado, si no desmolda solo o con mínima ayuda calentar más el molde, si no se nos romperá.

Espero que os haya gustado esta idea para San Valentín, muy fácil, muy vistosa y una manera diferente de comer las conocidas fresas con nata y os invito a conocer mi página de Facebook.