Llevo casi una semana sin poder publicar una entrada y no ha
sido porque me haya ido de vacaciones, ya me gustaría a mí, pero no me llega el
día para más.
La receta que os traigo hoy es una crema fría de vegetales,
al que he llamado falso gazpacho porque parte del mismo concepto pero varían
algunos ingredientes. Personalmente a mí el gazpacho tal y como lo conocemos no
me entusiasma, no me agrada la textura que le da el pan a las sopas frías y el pimiento
y ajo del gazpacho no me terminan de agradar, así que modificando un poco los
ingredientes he creado esta crema fría adaptada a mi gusto personal que resulta
muy refrescante y para todos aquellos a los que tampoco les convence el
gazpacho andaluz es una alternativa
estupenda.
Yo la he acompañado de unos picatostes de pan frito y un
poco de jamón a daditos pero es sólo acompañamiento así que esta crema es ideal
para vegetarianos y veganos.
Ingredientes para 4 raciones
1 Kg tomates maduros pera
2 pepinos
¼ cebolla tierna
2 zanahorias
2 ramas apio blanco
Sal
Aceite oliva
Vinagre
Orégano
Meterse en faena
Ponemos una olla de agua a hervir y cuando hierva metemos
los tomates a los que habremos hecho un corte en forma de cruz en la base y los
escaldaremos durante unos segundos para que se puedan pelar bien. Sacamos del
agua hirviendo y dejamos enfriar.
Una vez fríos pelamos los tomates, quitamos el pezón y
partimos a la mitad para retirarles las briznas, ponemos en el recipiente donde
vayamos a batirlo (yo usé una olla alta). Pelamos los pepinos y troceamos,
también ponemos la cebolla partida (solo he usado un cuarto porque no me gusta
mucho su sabor en crudo pero hay que ajustar las cantidades al gusto personal
de cada uno).
Pelamos y rallamos la zanahoria y pelamos el apio y lo
partimos a trocitos pequeños.
Batimos muy bien, hay que tener paciencia y dejar una crema
muy fina, no vamos a pasarla por un colador por lo que tendremos que darle
bastante tiempo con la batidora. Yo no tengo termomix ni vaso batidor, eso nos
ahorraría mucho tiempo.
Una vez bien batido lo aderezamos con sal, unas gotas de
vinagre, un buen puñadito de orégano seco y un chorrete generoso de aceite de
oliva. Batimos nuevamente para emulsionarlo bien. Si hubiera quedado muy espero
se le puede añadir unas gotas de agua pero creo que no va a ser necesario.
Reservamos en el frigorífico durante varias horas, se sirve
muy frio.
A mí me encanta ponerle un hilo de aceite al servirlo. Sano,
económico y buenísimo.
Ungazpachito con un toque diferente pero igual de refrescante. Pues habrá que darle una oportunidad, no?
ResponderEliminarBss
¡Hola Marga!, como comento en la entrada a mi el gazpacho tradicional no me gusta mucho y estuve dándole vueltas hasta que encontré una alternativa a mi gusto, la verdad es que apetece muchisimo una crema fría con el calor y con esta receta estoy encantada. Besos!
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