Mini pizza en calabacín

Esta receta surgió leyendo un blog que consulto habitualmente, ahora no consigo recordar dónde lo leí y me da rabia que me pasen estas cosas porque creo que es importante citar las fuentes.  La receta original utilizaba calabacines luna y el ingrediente principal era el pepperoni. Yo cogí la idea al vuelo, que me pareció maravillosa y la he adaptado a mi gusto personal. Me pareció una idea fantástica para disfrutar de unos calabacines de una manera diferente con el inequívoco sabor a pizza que tanto nos gusta pero que no podemos permitirnos muy a menudo, al menos yo, que mi cintura es muy amiga de invitar a quedarse a las calorías indeseadas.

También es una forma estupenda de hacer más atractiva la verdura a los más peques de la casa, porque el calabacín tiene un sabor tan suave que pasará casi desapercibido junto al resto de ingredientes.

Al igual que cualquier otra pizza esta versión en calabacín admite muchas variantes y podéis adaptar el plato a vuestro gusto.

Ingredientes:

Calabacín

Tomate frito

1 Latita de atún en aceite

½ cebolleta tierna pequeña

Pepinillos

Queso Mozzarella

Aceite de oliva

Sal

Orégano

Meterse en faena

Partimos el calabacín en rodajitas gruesas, si el calabacín no es muy grande, como el que yo he preparado, le hacemos el corte con un ángulo diagonal para que las rodajas salgan más grandes. Si es grande, cortándolo en redondo nos va bien.

En una sartén o plancha ponemos unas gotitas de aceite y cuando coja calor vamos haciendo las rodajitas de calabacín a la plancha, no hay que hacerlas demasiado, después irán al horno y terminarán de cocinarse allí. Vamos sacando el calabacín y lo ponemos sobre papel de horno en una placa. 

En un bol echamos la latita de atún muy escurrida y desmenuzada, picamos muy finamente la media cebolleta y los pepinillos y se los añadimos al atún. Yo preferí  incorporar a la mezcla el tomate frito, para que el atún cogiera jugosidad y me resultara también más cómodo montar las mini pizzas, pero podéis echar el tomate directamente sobre cada rodajita e ir poniendo encima nuestra mezcla, como se hace habitualmente con las pizzas de masa. Eso lo dejo a vuestra elección.

Cuando tengamos los calabacines montados, damos un toquecito de sal y completamos cubriéndolos con queso mozzarella rallado, intentado que queden bien cubiertos de queso. Le damos una gracia de orégano y al horno, precalentado a 200 ºC, programa de gratinador. Con 5 minutos será suficiente, aunque es conveniente ir vigilándolos.

Sacar y bien calentitos a la mesa.