Flan de huevo, el de toda la vida

Vamos a acabar la semana con un postre clásico, de los de "toda la vida", el flan de huevo, que aguanta imperturbable el paso de los años y las modas, porque este flan siempre apetece y yo creo que gusta a casi todo el mundo.

El flan de huevo es uno de los primeros postres que aprendí a elaborar, junto al flan de café y el murcianisimo Pan de Calatrava, curiosamente son tres elaboraciones similares, huevos y leche con azúcar cuajados al baño maría. Mi madre es una excelente cocinera pero hace poquísima repostería, sin embargo los flanes no sólo le gusta hacerlos sino que le salen de maravilla y por eso aprendí pronto a prepararlos, además, durante muchos años los sirvió en el bar, asi que flanes siempre se estaban cocinando y a mi como joven aprendiza es de lo primero que me enseñaron a hacer.

Por el mundo del flan parece que no pasan los años, siempre se encuentra una manera de modernizarlos, actualmente están muy de moda los flanes de fruta o púdines de diversos sabores, que algún día os pondré alguno, porque en casa los flanes nos gustan y mucho y es un postre que no me da nada de pereza preparar.

Como sólo somos dos en casa hice un flan pequeño, de sólo medio litro de leche, salieron unas 8 porciones pequeñas, si sois más simplemente ir aumentando las cantidades respetando las proporciones.

También comentaros que esta vez usé caramelo líquido comprado, si queréis hacerlo vosotros mismos AQUI expliqué como hacerlo.

Ingredientes

1/2 L de leche (entera o semidesnatada)
4 huevos
75 grms azúcar
1 rama de canela
1 piel de limón
Caramelo líquido para untar el molde

Meterse en faena

Precalentamos el horno a 180ºC.

Lavamos el limón, lo secamos y pelamos sin coger nada de la parte blanca, ponemos la piel en un cazo junto a la rama de canela, el azúcar y la leche y llevamos al fuego hasta que rompa a hervir. Apagamos y dejamos que infusione.

Mientras ponemos caramelo líquido en el molde donde vayamos a hacer el flan y extendemos bien por todo el fondo y paredes, reservamos el molde.

Cascamos los huevos y batimos muy bien, cuando la leche haya atemperado la añadimos a los huevos pasándola por un colador para retirar la canela y el limón, movemos y vertemos en el molde pasándola nuevamente por el colador para retirar algun trocito de clara o cáscara que pudiera haber.

Colocamos el molde con el preparado dentro de otro recipiente con agua, con que el agua llegue a la mitad del molde del flan es suficiente.

Llevamos al horno durante unos 25 ó 30 minutos, dependerá de vuestro horno, para saber si el flan ha cuajado pinchamos con un palito de brocheta y si sale limpio es que está. Apagamos el horno y a mi me gusta dejarlo reposando un poco dentro con la puerta entreabierta. Después sacamos del baño maría y dejamos que enfríe completamente.

Una vez completamente frio metemos en el frigorífico mínimo dos horas antes de desmoldarlo. Para ello pasamos un cuchillo por la parte roma por todo el borde del flan y agitamos suavemente el molde para ver si se ha desprendido, colocamos un plato o fuente encima del flan y volteamos, damos suaves golpecitos al molde hasta que lo sintamos caer, a veces hace como una burbuja y no cae, sólo hay que levantar el molde por una esquina y con cuidado presionar el flan para que resbale.

No intentar nunca desmoldar un flan en caliente si no queréis llevaros el disgusto de verlo todo roto.

Espero que tengáis un fin de semana muy dulce y os recuerdo que podéis seguirme en facebook.